Una mujer acusada de mantener relaciones con el amigo menor de su hija de 14 años ha negado los hechos. Esta vecina de O Carballiño, en Ourense, ha declarado esta semana ante la Audiencia Provincial por un posible delito de abusos a un menor.
Los hechos ocurrieron en mayo del 2019 en el domicilio de la acusada. La víctima y otros adolescentes estaban jugando a la botella, habitual juego para los más jóvenes en los que unos deben dar besos a otros. El menor era amigo de la hija de la mujer, de 14 años, razón por la que habitualmente iba a la casa.
En un momento determinado de la jornada, la sospechosa pidió al menor que la acompañase a otra habitación. Según el escrito presentado por el fiscal, él se mostró "reticente", pero el resto del grupo le "animó" y él acabó "cediendo".
Una vez en la otra estancia del domicilio, la mujer empezó a besarle y a realizarle tocamientos. Ella era totalmente consciente de la edad que tenía la víctima y aun así le propuso mantener relaciones sexuales. El menor, ante esta preposición, acabó aceptando después.
Durante el juicio, el menor ha asegurado que el acto sexual sí que llegó a producirse, algo que ella niega. De hecho, la acusada incluso niega que se lo llevase a otra habitación para ese fin.
La mujer admitió que el chico y otro grupo de menores estuvo en su casa ese fin de semana. Pero negó rotundamente haberse quedado a solas con él en la habitación y haber mantenido contactos sexuales de ningún tipo.
El adolescente, en cambio, mantuvo su versión inicial en todo momento y confesó haber tenido relaciones sexuales completas con ella.
A pesar de los hechos narrados por el adolescente, el posible delito no salió a la luz hasta unos días después. Fue los días o semanas posteriores cuando un denunciante anónimo llamó al cuartel de la Guardia Civil de O Carballiño.
Un agente de la Benemérita ha explicado en el juicio que recibieron la llamada de alguien que no quiso identificarse. Esa persona explicó al agente varios detalles que ayudaron para poder iniciar una investigación. Tras tirar del hilo, acabaron dando con la acusada.
Como es habitual en estos casos, un especialista forense trató al menor después de conocerse los hechos. Según su informe, no se observan secuelas psíquicas en él.
Los amigos del adolescente que se encontraban en la casa aquel día también han declarado. Según han explicado, el propio menor les confesó más tarde que había mantenido relaciones con la acusada, 20 años mayor que él.
La Fiscalía de menores pide para la acusada una condena de diez años de prisión por abuso sexual. También pide una orden de alejamiento de 300 metros durante los próximos ocho años y que tampoco pueda comunicarse con él.
La defensa, en cambio, pide la libre absolución de la acusada por falta de pruebas, ya que es la palabra del menor contra la suya. El juicio, celebrado a puerta cerrada, ya ha quedado visto para sentencia.
Delito de abuso sexual aunque hubiera consentimiento
No se conocen muchos más detalles sobre lo que pasó aquella noche. El menor ha admitido que hubo relaciones sexuales, aunque al parecer fueron consentidas por su parte.
Pero como en el momento de los hechos él tenía 14 años, el Código Penal no admite el consentimiento como atenuante. El artículo 183 de la ley indica que "el que realizare actos de carácter sexual con un menor de 16 años será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis años".
La pena aumenta hasta los 8 o 12 años de prisión en el caso de que haya acceso carnal. En este caso, el joven ha explicado que hubo relaciones sexuales plenas, por lo que hubo penetración.