David Camañes con una foto del Puerto de Castellón

Hallan sin vida a David, el trabajador desaparecido en España hace mes y medio

Han encontrado su cuerpo dentro del barco que volcó el 28 de mayo en el Puerto de Castellón

Esta mañana ha aparecido el cuerpo de David Camañes, el estibador accidentado el 28 de mayo en el Puerto de Castellón. El cadáver ha sido hallado dentro del mismo barco tras lograr izarlo. Se pone punto final así a una agónica búsqueda de mes y medio.

El «Nazmuye Ana» volcó en el muelle Centenario del Puerto de Castellón la tarde noche del 28 de mayo. Los buzos de rescate de la Guardia Civil lograron recuperar el cadáver de un tripulante de 22 años de origen indio. Pero el otro seguía desaparecido.

Las autoridades lo identificaron como David Camañes, un español de 36 años que estaba trabajando en el barco en el momento del accidente. Durante las primeras horas, las tareas de rescate fueron infructuosas. Entonces se amplió el dispositivo de búsqueda.

A los grupos de rescate especializados se unió un robot subacuático y un helicóptero. Se cerró el tráfico marítimo a la espera del hallazgo. Pero los esfuerzos no dieron resultados, y pronto se hizo evidente que la búsqueda sería más difícil de lo imaginado.

Además de los dos fallecidos hubo tres personas heridas que fueron atendidas en el Hospital General de Castellón. Entre los desaparecidos estaba el tripulante fallecido y el estibador desaparecido. Pero las tareas de rescate se prolongaron día tras día.

‘Rescate Ya’

Un mes después del suceso, sin noticias de David, estibadores de toda España exigieron el rescate de su compañero. Hubo movilizaciones en puertos de todo el país con el mensaje «Rescate Ya». Los estibadores hicieron huelgas y protestaron bajo esta petición.

En puertos como Algeciras, Avilés, Bilbao, Palma de Mallorca y Gijón, los profesionales de ese sector mostraron su solidaridad con David. Pidieron agilizar las tareas de búsqueda. Sus demandas finalmente fueron escuchadas y se inició el izamiento del barco.

Hasta entonces, la última pista fiable que tenían los efectivos del operativo era el lugar que habían marcado los perros olfateadores. En esa zona se emplearon a fondo los buzos. Pero después de varias jornadas, esa línea tampoco había dado resultados.

El hallazgo de David

Esta semana se puso en marcha la operación para sacar al buque de 780 toneladas del fondo del agua. Para ello se han empleado tres grúas y 25 operarios. Al izar la embarcación han encontrado el cuerpo del trabajador castellonense.

El cadáver de David Camañes estaba dentro del propio buque accidentado. La operación de izado, traslación y depósito de tierra se han desarrollado satisfactoriamente. Empezó el miércoles a las 8 de la mañana y se alargó hasta las 8 de la noche.

Los heridos se recuperaron sin demasiados problemas de las heridas. El accidente se saldó con dos fallecidos, cuyos cuerpos ya han sido rescatados un mes y medio después. Las autoridades judiciales se han hecho cargo ahora del caso.

La Autoridad Portuaria ha expresado su solidaridad con la familia y los compañeros de la víctima. Lo he definido como una “triste pérdida” tras semanas de muchos esfuerzos para localizar el cuerpo. Ahora su familia puede por fin cerrar el duelo.

PortCastelló también se ha manifestado, agradeciendo el trabajo e implicación de los que participaron en la búsqueda. Ha destacado que el operativo se puso en marcha con gran celeridad, y se ha desarrollado de forma ininterrumpida hasta encontrar al estibador.

Cuerpos sin identificar

Hace apenas algunos días apareció en la misma zona un cuerpo sin identificar. El mal estado en el que se encontraba el cadáver hacía imposible saber quién era. Una de las posibilidades es que fuera David, el estibador desaparecido hacía un mes.

Sin embargo, tras los primeros análisis forenses se descartó esa posibilidad y se apuntó a que fuera el cadáver de un inmigrante. La negativa fue un nuevo mazazo para las personas que buscaban a David. Sin embargo, la situación no era tan extraña.

Es relativamente frecuente encontrar cuerpos sin identificar en las costas españolas. En las morgues se acumulan algunos cadáveres que nadie reclama. Tratan de identificarlos mediante ADN, huellas dactilares o la dentadura.