Toni Stranden y su marido, James

Una mujer de 29 finge una enfermedad terminal y sus allegados le pagan su boda

Toni Stranden hizo creer a su familia y a sus amigos que padecía cáncer

Toni Stranden, de 29 años, ha fingido tener cáncer terminal para que sus amigos le pagaran su boda. Unos meses después de la ceremonia, un familiar de la mujer anunció su defunción para llevar el engaño hasta el final. Sin embargo, la descubrieron y su farsa salió a la luz. 

La joven, originaria de Londres (Reino Unido), aseguró que padecía un tumor que se había extendido al cerebro, huesos y por todas las partes de su cuerpo y para hacer su historia más creíble se afeitó la cabeza. «Ha ido a mi cerebro, a mis huesos, está en todas partes», explicó Toni Stranden a 'Mirror'. 

Toni Stranden hizo pública su supuesta enfermedad e incluso llegó a dar entrevistas a distintos medios de comunicación. «Me acaban de decir que me quedan dos meses de vida. Tengo un nuevo tumor agresivo en mi pierna y mis órganos están fallando. Todavía tengo esperanzas de que suceda un milagro médico», explicó en su cuenta de Facebook.

«Las últimas semanas han sido muy duras. Ahora camino con muletas, aunque me sigo cayendo. Siempre he sido muy torpe. No soy capaz de caminar sin ayuda, y es muy difícil porque te quita toda tu independencia. No estoy segura de si no poder caminar por mi cuenta será mi futuro o solo serán unas malas semanas, pero lo veremos». 

«Estoy cogiendo cada segundo, minuto y hora tal y como vienen. Vive tu mejor vida, sé feliz, sonríe y ama a las personas que se preocupan por ti. Sigo sonriendo», finalizó el mensaje. 

Sus allegados recaudaron dinero para su boda y su luna de miel

Sus amigos y familiares crearon una página en GoFundMe para recaudar dinero para costear su boda. Sus allegados consiguieron reunir una cantidad suficiente para pagar los gastos su matrimonio, una ceremonia a la que asistieron 150 invitados, y los de su luna de miel por Turquía, Alemania, República Checa, Austria, Hungría e Italia. 

Cuando regresaron de su viaje de novios, Toni Stranden anunció que solo quedaban unos meses de vida porque había empeorado su situación clínica. Dos meses después, anunciaron su defunción. «Toni falleció anoche, rodeada de amigos y familia, fuerte hasta el final», escribió un familiar de la mujer en Facebook. 

Su mentira empezó en el 2017, cuando le explicó a un periódico local que sufría cáncer. En marzo de 2019 explicó que estaba terminal. El pasado mes de enero dijo que le quedaban dos meses de vida porque sus órganos habían empezado a fallar y en febrero comunicaron su muerte.

Descubrieron el engaño gracias al coronavirus

A pesar de que consiguieron convencer a todo el mundo, finalmente se consiguió descubrir su engaño y fue gracias a la pandemia de coronavirus. Toni Stranden, que supuestamente estaba muerta, contrajo el virus y, inexplicablemente, salió publicado en redes. 

«Podría haber ganado un Óscar, su actuación fue así de buena. Nos engañó a todos. Me dijo que se estaba muriendo y caí en la trampa», explicó Cheryl Aston, una de sus compañeras de la universidad, a 'Mirror'. 

«Todos estábamos asombrados con que, en lugar de morir a medida que el cáncer se apoderaba de ella, se hacía más fuerte cada día», señaló otro amigo de Toni. «Lo hizo para llamar la atención, para ver qué diría la gente sobre si ella moría». 

Tras descubrir el engaño, la mujer fue denunciada por sus amigos y familiares y ahora se enfrenta a una pena de cárcel por fraude. Además, también podría verse obligada a devolver el dinero recaudado. 

Ella misma se declaró culpable en la Corte de Magistrados de Chester. Allí el juez, Nicholas Sanders, señaló que había cometido un «abuso de confianza horrible».