El cambio climático se ha convertido en uno los principales problemas, seguramente el peor, para la humanidad. En los próximos años, si nada lo impide, el clima del planeta podría verse fuertemente afectado por sus consecuencias.
Hace unas semanas se descubrió que la corriente del Atlántico Norte está a punto de colapsar. Se trata de una corriente que redistribuye la temperatura del planeta, llevando el agua caliente al polo norte. Su contraparte traslada aguas más frías hacia los trópicos, manteniendo un equilibrio que cada vez es más débil.
Las organizaciones climáticas han avisado de que el colapso de esta corriente sería impredecible. El clima en Europa podría dejar de ser tan cálido comparado con el de otros lugares en mismas latitudes.
Por ejemplo, Madrid y Nueva York están a una latitud muy similar. Sin embargo, el clima de Madrid es mucho más cálido debido a la influencia del chorro Atlántico que sube agua cálida hacia el polo norte.
Pero la cosa no se queda ahí, porque el derretimiento del hielo polar también haría aumentar considerablemente el nivel del mar. De ahora hasta finales de este siglo, las aguas podrían subir hasta casi un metro en algunos lugares.
Esto dejaría muchas ciudades que hoy en día están a primera línea de playa bajo las aguas. La NASA ha creado una herramienta para prever el aumento del nivel del mar en los próximos 130 años y no deja resultados muy esperanzadores.
La subida del nivel del mar acabará con muchas ciudades bajo el agua
En España, Canarias y el Golfo de Cádiz serán las zonas más afectadas, pero la subida afectará a todas sus costas. En el archipiélago el nivel del mar podría subir hasta 81 centímetros respecto con el actual. En Cádiz, por su parte, se calculan unos 75 centímetros de más, los mismos que en la costa de Barcelona.
Pero también Valencia, la costa gallega y Santander subirán más de 70 centímetros de agua. Alicante sería la zona donde la subida del nivel del mar se note menos, con 58 centímetros, aunque sigue superando el medio metro.
Para poner esta información en perspectiva hay que tener en cuenta cuál es la elevación de cada ciudad sobre el nivel del mar. Barcelona, por ejemplo, tiene una altitud de entre los 13 metros y los 516 metros en sus zonas más altas. Esto significa que las zonas más cercanas a la línea de la costa quedarían cubiertas por el mar, pero sus zonas altas se podrían salvar.
En Cádiz, en cambio, eso no podría ocurrir. La zona más alta de la ciudad se sitúa alrededor de los 23 metros sobre el nivel del mar, que subirá por encima de los 75 metros respecto al nivel actual. Es decir, la ciudad al completo quedará sumergida bajo el mar a finales de siglo.
Esto se subirá al aumento de los fenómenos meteorológicos adversos como las tormentas o las ciclogénesis explosivas. Solo hace falta recordar el temporal Gloria que azotó España hace un par de años. Dejó daños de cientos de miles de euros en la costa.
La subida del nivel del mar también podría acabar afectando, de forma indirecta, al clima. Los fenómenos adversos suelen verse influenciados por las mareas o la temperatura del mar, como por ejemplo las tormentas.
Consecuencias para la población, la economía y los ecosistemas
Si finalmente se materializa la subida del nivel del mar, sus consecuencias alcanzarán todos los ámbitos de la sociedad. En primer lugar, habrá muchas zonas que ya no serán habitables, por lo que la población deberá buscar otras zonas donde vivir.
Además, muchos campos y cultivos cercanos al mar podrían desaparecer por culpa de la irrupción de agua salada. La calidad del agua en estas zonas también se vería alterada, empeorando sus propiedades y sus hábitats. Zonas que actualmente albergan hábitats muy específicos, como el delta del Ebro o el Mar Menor, desaparecían.
Y la economía también sufriría un golpe muy duro. Algunas de las zonas costeras de España son también las más visitadas por los turistas, tanto nacionales como internacionales. Si esas zonas quedan inundadas, los turistas se trasladarían a otras zonas más seguras y con más patrimonio para visitar.
El cambio climático ya es inevitable
Las malas noticias no acaban ahí, porque según la ONU el cambio climático ya es irreversible. El mundo lleva varios años alcanzando récords de temperatura, uno tras otro, y este verano se ha intensificado.
En apenas dos meses, entre junio y agosto, numerosas partes del hemisferio norte han batido récords. Canadá, Estados Unidos y Europa han superado sus récords históricos de temperatura máxima. Incluso España hizo lo propio el fin de semana pasado con los 47,4 ºC registrados en Montoro, Córdoba.
Según la ONU, el cambio climático ya es irreversible y lo único que podemos hacer es trabajar para retrasarlo. Para eso y para luchar contra sus consecuencias en todos los niveles.