La contaminación lleva tiempo siendo un auténtico problema para la salud de las personas que viven en las grandes áreas metropolitanas. En España, las capitales más afectadas son, sin lugar a dudas, Madrid y Barcelona, donde decenas de miles de personas utilizan diariamente el vehículo privado para desplazarse hacia sus lugares de trabajo, mientras que las grandes empresas e industrias también emiten grandes cantidades de gases contaminantes al aire.
Las últimas cifras las hemos conocido recientemente y hacen referencia a Barcelona, donde en 2019 hubo cerca de 1.000 muertos directamente por culpa de la contaminación, lo que representa el 7% del total de muertes naturales. Así lo indica el informe de la Calidad del Aire de la Agencia de Salud Pública de Barcelona de 2019.
En cuanto a Madrid, los últimos datos cifraban antes de la pandemia en 14 las muertes diarias por contaminación, cosa que elevaría a más de 5.000 las defunciones en la capital española cada año de media. El 8% de las consultas e ingresos en pediatría podrían evitarse totalmente en el conjunto de la Comunidad de Madrid con un aire menos contaminado.
Los datos de ambas ciudades superaban el año pasado con una amplia y alarmante ventaja las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejando claro que las medidas tomadas por ambas capitales serán, como Madrid Central o la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona, seguramente se queden muy cortas. Pese al drástico descenso de polución durante el confinamiento, no hay medidas firmes a nivel nacional para evitar que suban más estas cifras en el futuro.
Datos muy preocupantes en Barcelona
En Barcelona, las cifras son preocupantes, y especialmente en el distrito del Eixample, donde se registra un 23% de la mortalidad natural atribuida a la contaminación. Los siguientes son Ciutat Vella, Gràcia y Sant Martí, los cuatro por encima de la media de la ciudad.
En el caso de la contaminación por NO2, se concentra especialmente en los principales nodos de tránsito de la ciudad. Así, mientras que afecta a un 35% de la población barcelonesa, un 94% de los residentes en el Eixample están expuestos. Las partículas PM2,5, en cambio, tienen valores por encima de los recomendados en toda Barcelona.
Más allá de las defunciones, el informe también indica que, debido a los elevados niveles de contaminación, se cree que el 33% de los nuevos casos de asma infantil y el 11% de los nuevos casos de cáncer de pulmón también son consecuencia de este fenómeno. Por otra parte, el estudio de 2019 incorpora indicadores para analizar la exposición de las escuelas y concluye que una de cada cuatro escuelas de Barcelona está por encima de los niveles recomendados.
Según el informe, unos 30.000 niños están expuestos a unos niveles de NO2 por encima de los recomendados, y un 50% de las escuelas afectadas se encuentran en el distrito del Eixample, la zona de Barcelona con los indicadores más elevados. El análisis ha sido presentado por la concejala de Salud, Envejecimiento y Cuidados de Barcelona, Gemma Tarafa; la directora de Salud Ambiental de la ASPB, Elisenda Realp; y el investigador del ISGlobal, Jordi Sunyer.
En cuanto al impacto por sector socioeconómico, el estudio concluye que los segmentos más afectados son precisamente aquellos más favorecidos económicamente porque son los que tienden a vivir en las zonas con más niveles de contaminación.