Luto en la Universidad de Almería (UAL) por la repentina muerte del profesor de literatura César de Vicente Hernando. El profesor De Vicente ha muerto a los 58 años, por causas naturales, mientras estaba trabajando en su despacho. Cuando sus compañeros se dieron cuenta ya estaba muerto.
Los hechos sucedieron el pasado viernes durante la mañana. El profesor se encontraba solo en su despacho de la universidad cuando le sobrevino la muerte. La trágica noticia de su deceso provocó una gran consternación entre el resto de profesores y también entre sus alumnos y el personal universitario.
César de Vicente era un prestigioso profesor de literatura que compaginaba la docencia con la dirección teatral y el activismo político. Manifiestamente de izquierdas, nunca escondió su orientación política y participó activamente del movimiento vecinal. Por eso era alguien muy conocido, y su muerte ha provocado multitud de reacciones.
Deja un gran legado
César de Vicente nació en Madrid y se doctoró en Filología Hispánica, campo en el que era una de las grandes eminencias de nuestro país. Era profesor en el departamento de Teoría de la Literatura Comparada de la UAL, en la facultad de Filología. Allí consiguió plaza de profesor hace dos años, aunque tenía otras inquietudes.
De Vicente compaginaba la docencia con la investigación y el ensayo, además de destacar como director de escena y animador teatral. Entre sus libros se encuentran Günther Anders, fragmentos del mundo (2011) y La escena constituyente. Teoría y práctica del teatro político (2013). Su último libro publicado fue La dramaturgia política, en 2018.
Antes de llegar a la UAL había sido profesor en la Autónoma y en la Complutense de Madrid. Además fue director del Centro de Documentación Crítica, un colectivo de debate teórico y político fundado en los noventa. En él colaboran profesores de gran prestigio como el politólogo Jorge Riechmann.
Intelectual comprometido
La figura de César de Vicente está estrechamente ligada a la política, y en particular, a la izquierda. Considerado como un comprometido intelectual marxista, siempre vio la literatura como una materia vinculada a la política y la sociedad. Por eso sus obras giraron siempre en torno a la cuestión del teatro político.
Se convirtió en uno de los grandes expertos del teatro político en España y, como pensador, destacaba por su gran capacidad de trabajo. Deja como legado su importante contribución a la teoría de la literatura ligada a los hechos sociales. Su esfuerzo consistió, por ejemplo, en rescatar a dramaturgos poco conocidos.
Además, su compromiso no se quedó en el plano teórico y se manifestó en su participación en movimientos vecinales. Muchos de sus compañeros se han hecho eco estos días de su triste fallecimiento. Las muestras de cariño recibidas ofrecen una dimensión del personaje, tan respetado como querido.
Reacciones a su fallecimiento
El propio Pablo Iglesias se despidió de él en redes sociales: “fue el mejor profesor de teatro que tuvo, gracias a él leí a Brecht y a Piscator”. De él destacó su “talla intelectual”, su compromiso y su humildad. También Diego Parejo: “Te vas dejando a mucha gente rota”.
Editoriales, proyectos culturales, entidades, profesores, alumnos, todos los que le conocieron han querido recordarle. Destacan “la radical coherencia de un intelectual” y le recuerdan “fuera de la escena, en su barrio, con nuestra gente”. También ponen en valor su “gran capacidad de trabajo”.
“Liante, flexible pero testarudo, racionalmente intransigente, metódico, polémico, severo, cariñoso”, así le describen en una frase. Así era César de Vicente, el profesor comprometido, trabajador como pocos, que no se quedó en la teoría y defendió en la calle sus ideas hasta el final.