Parece que el coronavirus sigue atormentando al mundo entero. En esta ocasión, todo apunta a que lo ha hecho de forma indirecta, pero generando graves consecuencias de todos modos. Se trata de otro trágico episodio que ha conllevado la muerte de un niño.
La pandemia lleva más de dos años envolviendo en una gran pesadilla a la población mundial, y no tiene pinta de que tenga muchas ganas de marcharse pronto. Por lo tanto, somos nosotros los que debemos adaptarnos al virus, que crece y evoluciona por momentos.
Un claro ejemplo de su camaleónica adaptación es el fallecimiento de un niño de 10 años. El joven, tal y como han informado los sanitarios, ha perdido la vida debido a una enfermedad asociada con el propio coronavirus. Es aterrador pensar que las variantes siguen mutando.
El coronavirus no se ha ido, ha evolucionado
El Departamento de Servicios Sanitarios del estado de Wisconsin (WDHS), fue el encargado de confirmar el pasado viernes 18 de febrero sobre el fallecimiento. La víctima fue un niño de 10 años, que padecía una rara afección inflamatoria fuertemente relacionada con el coronavirus, tal y como señalan medios locales.
Concretamente, la enfermedad se trata del síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C). Esta dolencia suele manifestarse una vez el organismo haya sido expuesto al SARS-CoV-2.
Tras ser conocedores de la noticia, familiares, amigos y seres queridos se han mostrado muy afectados tras la pérdida. Es duro ver como una persona tan joven, con toda la vida por delante, abandona este mundo de forma cruel e injusta.
Intentemos evitar más episodios como este
Una vez se confirmó la muerte, la entidad sanitaria se puso manos a la obra para prevenir otros casos como el del joven de Wisconsin. Y es que los expertos consideran clave el proceso de vacunación en los niños de 5 años o más para evitar vivir episodios muy parecidos.
En todo caso, el WDHS ha recomendado a los padres que lleven a sus hijos al médico en caso de padecer algunos de los síntomas. Entre ellos, destacan: fiebre persistente, dificultades respiratorias, dolor constante en el pecho, confusión, labios o cara azulados, dolores abdominales e incapacidad para despertarse o mantenerse despierto.
Además, desde los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos Han añadido a la lista de síntomas otros que podrían ser sinónimo del virus. Estos son la diarrea, ojos enrojecidos, mareos, erupciones cutáneas o vómitos.
Una enfermedad que se propaga cada vez más
Los números nunca mienten, y menos en esta ocasión. Esta rara enfermedad asociada al coronavirus está logrando hacerse un nombre y evolucionar a pasos agigantados. Esto hace que la población estadounidense tiemble de miedo.
Y es que según las estadísticas oficiales, el país registra un total de 6.851 pacientes con dicha enfermedad desde hace más de un año. Por otro lado, los fallecimientos a causa de ella ascienden a la friolera cifra de 59. Cabe destacar que la última actualización de estos datos se hizo el 31 de enero de 2022, y puede haber variaciones en los resultados.
Asimismo, los CDC siguen buscando algún tipo de lógica a esta enfermedad tan extraña que está vinculada con el coronavirus. Y es que desde los centros siguen sin entender por qué "algunos niños han enfermado de MIS-C y otros no. Tampoco sabemos si los niños con ciertas condiciones de salud son más propensos a contraerlo", señalan.
Sea como sea, el mundo entero ya teme de nuevo la aparición de otro virus que puede afectarnos a todos.