Un niño de 5 años falleció en la madrugada de este domingo en Avilés tras varios días ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias. El menor se había precipitado desde un segundo piso el pasado 28 de agosto en Avilés.
El funeral del pequeño se celebrará en la tarde de este lunes en la iglesia parroquial de Santa Bárbara de Llaranes.
La caída le dejó heridas de gravedad, contra las que intentó luchar sin fortuna en los últimos días. Los hechos tuvieron lugar en la calleja Ráfaga de Avilés. En vista de lo ocurrido, la Policía Nacional empezó a investigar el suceso de inmediato, manejando desde el principio el accidente como principal hipótesis.
Los equipos de emergencia habían recibido una llamada a las 17:50, y de inmediato se movilizaron varios efectivos. Varios testigos que vivieron los momentos posteriores contaron que rápidamente se congregó un importante número de personas en el lugar del suceso. Sobre todo eran familiares y allegados de la víctima.
Ellos se encargaron de rodear el cuerpo del niño, que permanecía tendido en el suelo de la calle. Había podido evitar los vehículos que permanecían aparcados en la zona.
A los pocos minutos de ocurrir la caída del niño se personaron en el lugar un médico y un enfermero, que llegaron en un taxi. Prestaron las primeras atenciones, para a continuación trasladarlo a un centro médico.
En un primer momento accedió a la zona una ambulancia básica, que no estaba preparada para acoger a un paciente tan grave. Se pidió un segundo vehículo, que llegó allí con otra persona en su interior, aunque su estado revestía menor importancia. A los pocos minutos se personó otra ambulancia para hacerse cargo del usuario del segundo vehículo.
Varias dotaciones de Policía se encargaron de cerrar la calle e iniciaron las primeras investigaciones. Trataron en la medida de lo posible evitar la presencia de curiosos en la zona.
El niño fue trasladado de Avilés a Oviedo ante la gravedad de la caída
Mientras tanto, el niño de Avilés fue hospitalizado en San Agustín en un primer momento. Allí, tras ser reconocido y en vista de la gravedad de las heridas optaron por derivarlo al Hospital Central de Asturias, en Oviedo.
El accidente supuso todo un mazazo para los vecinos de la zona. En el momento de la caída no hubo demasiados curiosos, algo que sorprendió mucho por tratarse de una jornada festiva. La ciudad, además, se encontraba inmersa en las celebraciones de San Agustín.
Varias personas del barrio aseguraron a La Voz de Avilés que se trataba de una familia de lo más normal. "Los padres son extremadamente educados, y siempre han dado el mejor trato posible a sus hijos", señalaban.
Algunos de estos vecinos reconocían que "en todos los años que llevan viviendo aquí, y son muchos, nunca vimos a ese niño suelto". Siempre iba de la mano de su madre.
Sí que en más de una ocasión le habían visto en la ventana. Comentaban que "con lo pequeño que era" tenía la "costumbre de lanzar juguetes" desde ella. Lo hacía con destino al prado que hay detrás del inmueble.
Queda por comprobar si la caída fue durante uno de esos momentos en los que arrojaba algún juego por la ventana.
El menor fallecido en Avilés tenía otros dos hermanos, un niño y una niña, los dos mayores que él.
Sin lugar a dudas, se trata de un suceso que ha empeñado las fiestas de San Agustín para los vecinos de la ciudad. La familia se encuentra rota y celebrarán en la tarde de este lunes su funeral en la iglesia de Llaranes.