Una niña de apenas 3 años ha muerto de hambre y por deshidratación tras un grave imprudencia de su madre en la capital de Japón. La pequeña Noa se quedó sola en casa durante ocho días después que Saki Kakehashi, de 24 años, decidiera ir a ver a su novio. Tras confesar los hechos y una vez localizado el cuerpo de la niña, la policía japonesa procedió a su detención.
Fue ella misma la que encontró el cuerpo sin vida de su hija después de volver de su viaje el pasado 13 de junio. Al ver que no respondía ni respiraba, decidió avisar a los servicios de emergencias. La pequeña fue trasladada posteriormente a un hospital, pero allí solo se pudo confirmar su fallecimiento.
Según explica el medio 'Kyodo news', la madre admitió todos los hechos ante la policía además de admitir que había abusado de ella. También una amiga de la madre les explicó que «había salido de su casa durante varios días o regresaba tarde por la noche, dejando a su hija sin ningún tipo de vigilancia».
La autopsia confirmó las primeras impresiones sobre las causas de la muerte de la niña. Noa sufrió una deshidratación severa y murió de hambre, después que su madre la dejará sola días sin comer. Todo para ir a ver a su pareja en la prefectura de Kagoshima, en el suroeste de Japón.
Kahehashi explicó ante la policía que no creía que la niña pudiera morir pese a estar tanto tiempo sin agua ni alimento. «Estará bien», habría confesado que pensaba y por eso no tuvo problema en dejarla en el piso del barrio Ota de Tokio donde vivían desde la separación del padre de la niña en 2017.
La pequeña Noa tenía atrofia tímica, señal que podría haber recibido maltratos durante mucho tiempo. Además tenía una erupción en el glúteo que hace pensar que llevaba muchos días sin que se le cambiara el pañal.
En su confesión, la madre también admitió que no antes de irse no llevó a la pequeña a un hospital, pese a estar enferma, porque no tenía dinero. También confesó que llevaba más de un año sin ir a la guardería.