España sigue en vilo por los 67 rebrotes activos confirmados por Sanidad que confirman el avance imparable del Coronavirus tras la desaparición del estado de alarma. En otras partes del mundo no sólo hay malas noticias, también llegan ejemplos esperanzadores como el de China, que señala el camino para evitar la segunda ola con un método nuevo.
El éxito de la fórmula china tiene relevancia porque ha conseguido contener el rebrote que surgió en Pekín el pasado 11 de junio. Después de la cuarentena total que en la primera oleada causó una grave crisis económica, las autoridades chinas se propusieron atajar el nuevo brote con otros mecanismos y lo han conseguido.
Tras la aparición del foco se han confinado un número ilimitado de residencias y se han hecho pruebas masivas a 11 millones de habitantes de la capital china. El resultado: un descenso súbito del número de positivos y la ausencia de contagios en los últimos tres días.
El país se vio sacudido por el aumento de los contagios en torno al mercado de Xinfadi en un momento en el que las restricciones se habían ido relajando. Miles de personas fueron puestas en cuarentena y se prohibieron los viajes de los residentes en estas zonas de riesgo.
Sin embargo, para controlar la situación se decidió realizar un control preciso caso por caso, y se evitaron duras restricciones al total de la población. Algunos establecimientos cercanos al mercado cerraron temporalmente, pero otros, incluidos supermercados, se mantuvieron abiertos. Se decretó la cuarentena para zonas residenciales muy concretas.
Sin embargo, el conjunto de la ciudad de Pekín se mantuvo desconfinado, y con algunos casos aislados la economía ha podido seguir funcionando. El confinamiento selectivo ha ido acompañado además de una estrategia muy sofisiticada.
Puerta a puerta
La clave del nuevo método chino para contener los rebrotes es el rastreo y el aislamiento de casos potencialmente expuestos al virus. Esto se ha hecho con voluntarios puerta a puerta preguntando a la gente si han podido estar en contacto con el Covid-19.
El control ha sido exhaustivo y ha llegado a obligar a algunas personas a hacerse la prueba porque las cámaras habían mostrado que su coche había estado cerca del mercado de Xinfadi. Se trata de estrictas medidas de control que sin embargo permiten al gobierno chino impedir el confinamiento total y más castigo para su economía.
El gobierno se muestra muy satisfecho con estas nuevas medidas y sus resultados, y tras los últimos datos ya ha avanzado que es improbable que se vuelva a las anteriores medidas a no ser que haya un rebrote más serio.