Conmoción por lo ocurrido a una niña de tan solo nueve años en la ciudad china de Quinzou. Lo que debía ser una jornada normal y corriente en la escuela, se transformó en la peor pesadilla para los padres de Ya Tong.
Nada les hacía pensar que esa misma mañana su pequeña fallecería horas después de haber sufrido un accidente en la escuela. Un golpe con un compañero de clase provocó el trágico desenlace dejando a todo el centro consternado.
Muere una niña de nueve años tras recibir un golpe en el colegio
Ya Tong estaba disfrutando de una jornada escolar como otra cualquiera. En un momento dado, los alumnos debían dirigirse a la clase de educación física. La emoción embargó a los pequeños que circulaban por el pasillo a toda velocidad.
En ese preciso instante, un compañero de Ya Tong tropezó con ella golpeándola contra la pared. Su cabeza se llevó el impacto y la niña cayó desmayada en el suelo. Así lo registraron las cámaras de seguridad donde se vio a la pequeña en brazos del profesor de gimnasia.
La pequeña fue trasladada a la sala de profesores donde recobró el conocimiento. Tras comprobar que se encontraba bien, su compañero le pidió disculpas por el empujón y regresaron al aula.
Horas después, Ya Tong abandonó el colegio para ir a comer a su casa y les comunicó a sus padres que se encontraba algo mareada. No obstante, la pequeña regresó al centro tras la comida.
Pero la niña comenzó a tener náuseas, por lo que decidieron llamar a sus padres a los que informaron sobre lo ocurrido en el pasillo. Mientras esperaban la llegada de sus progenitores, los profesores observaron que Ya Tong tenía un bulto detrás de la oreja como un huevo.
Rápidamente la subieron en un coche de un profesor y la trasladaron al hospital. Allí permaneció nueve días hasta que falleció.
La pequeña sufrió un derrame tras el golpe
Ya Tong estuvo luchando por su vida durante días, sin embargo, el derrame cerebral que sufrió tras el golpe, terminó provocándole la muerte.
Los padres de la pequeña se quedaron desconsolados y se quejaron de que no les avisaran de lo ocurrido en el pasillo. Al parecer, estos no recibieron información sobre el golpe que había recibido Ya Tong y fue demasiado tarde para ella.
"Me dijo que se olvidó de almorzar al mediodía. Esa es la última frase que me dijo mi hija", lamenta el padre de la menor. Tampoco ellos notaron nada raro en la niña cuando estuvo comiendo en casa, solo que estaba algo mareada.
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Tras el trágico suceso, la familia ha decidido donar los órganos de Ya Tong ayudando así a los niños que los necesiten. "No quiero ser un héroe. Solo quiero dejar que el corazón de mi hija siga latiendo", comentaba el padre completamente roto.
El padre jamás pensó en participar en la donación de órganos, pero es consciente de que su hija podrá salvar la vida de otros niños. Además, sentirá que, de alguna manera, la pequeña Ya Tong continúa viviendo.