La pandemia del coronavirus está demostrando que no hay que preocuparse únicamente del Covid-19, sino también de muchas otras enfermedades y condiciones médicas que, sin una correcta atención sanitaria, están empeorando la calidad de vida de muchos pacientes, y en los peores casos, acaban con su muerte.
Desde el mes de marzo se han conocido ya muchos casos de personas que han fallecido en España, no por Covid-19, sino porque la saturación de los hospitales y de los centros médicos no permitió que se les atendiese correctamente de sus otras dolencias.
El último de estos casos se ha producido en la provincia de Palencia, donde una mujer de 54 años falleció el pasado mes de septiembre como consecuencia de un cáncer de colon con metástasis. La víctima, Leonor, llevaba seis meses solicitando una cita médica presencial con el médico, pero falleció sin ver cumplida su solicitud.
Su familia, de momento, no ha denunciado lo que consideran una «negligencia médica», según informa la Cadena COPE, pero su hijo, Jonathan, sí ha querido dar a conocer la historia para mostrar cómo la pandemia está afectando a personas que ni siquiera se han contagiado del virus.
El joven de 27 años denuncia que el caso de su madre es «solo la punta del iceberg» y anima a otras familias con experiencias similares a que lo cuenten. Jonathan explica que los primeros dolores de su madre comenzaron durante el mes de febrero, antes incluso de que la situación de los hospitales en España colapsase por la llegada del coronavirus.
Con dolores desde febrero, no le diagnosticaron el cáncer hasta agosto y murió en septiembre
Leonor empezó a encontrarse mal, con mal de estómago, y llegó a tener muchos problemas para poder comer. Ante esto, se desplazó hasta el hospital, donde el médico que la atendió le diagnosticó «falta de hierro» y la animó a tomarse unas pastillas. Según conoció la familia después, en aquel momento Leonor ya tenía cáncer, pero no lo supo. Su hijo lamenta que, quizás, si en aquel momento le hubiesen detectado el cáncer, su madre «no estaría donde está».
Los dolores no se marcharon y Leonor intentó volver a pedir cita en el hospital en el mes de marzo, en plena pandemia, pero ya sin éxito. Los médicos que la atendían telefónicamente seguían indicando que sus dolores se debían a una falta de hierro, algo que su hijo considera hoy en día una «clara negligencia», y asegura que «hoy tiene fuerzas para contarlo, antes se habría derrumbado».
La mujer siguió intentando, durante los meses siguientes, conseguir una cita presencial para que el médico volviese a evaluarla, ya que los dolores no cesaban. Por teléfono, los médicos seguían insistiendo en que «eran gases» y le seguían recomendando una medicación. En algunas ocasiones, los dolores acabaron derivando en cuadros de fiebre, por lo que Leonor se sometió en hasta seis ocasiones a pruebas PCR, que terminaron dando negativo. Aun así, los médicos decían: «será Covid».
Jonathan explica también que no les servirá de mucho denunciar los hechos por vía judicial, porque eso «no les devolverá a su madre». Además, exculpa a los médicos que la atendían telefónicamente y que no quisieron concertar una cita, porque «las órdenes de no atender presencialmente venían de arriba».
La dramática situación de Leonor se alargó hasta agosto, seis interminables meses en los que los dolores no cesaron, al contrario, se agudizaron. Finalmente, la mujer no aguantó más y se presentó presencialmente en la consulta de su médico de cabecera, quien «ni la miró» y la mandó directa al hospital Río Carrión de la capital palentina.
Ya en el hospital, se confirmaron los peores presagios: Leonor padecía cáncer. Le detectaron la enfermedad en el colon y una metástasis en el hígado, es decir, que el cáncer se había extendido a otra parte de su cuerpo. Tras el diagnóstico, Leonor vivió 17 días más. Falleció en septiembre, siete meses después de los primeros dolores.
Varios casos similares en los últimos meses
Este caso es uno más de los que últimamente se han conocido en España, y de hecho han sido esos otros casos los que han animado a Jonathan a recuperar sus fuerzas y explicar el caso de su madre. «Vi una noticia de una mujer en Burgos que ha perdido a su hermana exactamente por lo mismo, esa noche no pude dormir ni de dejar de llorar de nuevo», ha explicado.
De hecho, en Castilla y León han sido ya cuatro los casos notificados con fallecimientos en causas similares. Al de Leonor se suman las muertes de Lydia, una mujer de 48 años de Burgos que murió de un tumor tras meses intentando conseguir una cita médica; Lidia, otra mujer de 53 años de Burgos con dos tumores y que no pudo conseguir cita médica durante el confinamiento; y Lidia, una joven burgalesa de solamente 22 años con un tumor que estuvo dos meses esperando para poder hacerse las pruebas.