El coronavirus sigue haciendo estragos a pesar de la vacunación y las medidas para controlar la quinta ola. En Málaga, un joven de 19 años y sin patologías previas ha muerto en las últimas horas como consecuencia de la Covid-19. El chico llevaba ingresado tres semanas con un cuadro respiratorio grave.
Según informa Málaga Hoy, la víctima es un varón de 19 años que hace tres semanas acudió al hospital con problemas respiratorios. Las dificultades para respirar se complicaron en cuestión de horas y dio positivo en las pruebas diagnósticas de Covid-19. Los médicos decidieron mantener al joven hospitalizado.
El tratamiento que se le administró consiguió estabilizar su situación dentro de la gravedad. Sin embargo, el pasado fin de semana experimentó otro empeoramiento que ha acelerado el desenlace final. En las últimas horas, los médicos comunicaron a la familia que el joven se encontraba en una situación crítica.
El joven murió en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital sin que los médicos pudieran hacer nada. Según ha trascendido, no tenía enfermedades previas y hasta hace poco más de un año jugaba a fútbol en un club malagueño. De momento no se conoce si estaba vacunado a no.
En Andalucía, la franja de edad del fallecido empezaron a vacunarse a finales de julio. En el caso de que se hubiera puesto la vacuna, no habría pasado el tiempo suficiente para que esta fuera efectiva ya que el joven se contagió poco después de abrirse el plazo.
En todo caso, su muerte es una advertencia más de las consecuencias de la Covid-19 en los jóvenes. Los expertos hace tiempo que advierten del riesgo de contagio en los sectores de edad más jóvenes. Estos son ahora mismo los más expuestos a la enfermedad ya que han sido los últimos en poderse vacunar.
Un nuevo caso en España
La muerte de este malagueño se suma al último caso de jóvenes fallecidos por coronavirus sin patologías previas en España. Hace justo una semana, el 24 de agosto, se conoció la muerte de una chica de 19 años en Palma de Mallorca. La víctima murió después de varios días ingresado con síntomas graves.
En este caso, la chica no tenía patologías previas que pudieran complicar su situación. Sin embargo, el curso de la enfermedad le llevó a una situación crítica y a la muerte. En este caso no trascendieron muchos detalles, pero sí se confirmó que la víctima no había recibido la vacuna.
Los médicos hicieron todo lo posible por salvar su vida, pero la complicación de los síntomas llevó a un desenlace inevitable. De hecho, se sorprendieron de la agresividad con la que la enfermedad atacó el organismo de la joven. Estos casos son poco frecuentes, pero suceden y ahora se ha repetido.
Los casos de la chica de Palma de Mallorca y el joven de Málaga sin un toque de advertencia para los jóvenes que no están vacunados. La enfermedad suele cursar con síntomas más leves en los jóvenes, pero nadie está exento de sufrir las consecuencias más graves. En estos casos, de la forma más trágica.
Preocupación por las nuevas variantes
Mientras, España sigue luchando para poner a la quinta ola bajo control antes del inicio del curso escolar. En los últimos días, los expertos han anunciado del riesgo de una nueva oleada de contagios por los botellones y el inicio de las clases. Se trata, dicen, de un cóctel perfecto para una subida de los casos.
En el trasfondo está la lucha que el mundo entero está librando contra las nuevas variantes del virus. La variante Delta ha hecho estragos este verano y ha obligado a aumentar la inmunidad de grupo. Ahora, una nueva variante aparecida en Sudáfrica amenaza con aumentar la transmisibilidad y la letalidad del virus.
Según los expertos, esta nueva variante es diferente a todas las que habíamos visto hasta ahora, incluso la Delta. Se trata de una versión mucho más contagiosa, y podría ser también más letal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que habrá 236.000 muertos en Europa antes de acabar el año.
Cada vez se aleja más el sueño de erradicar la pandemia del coronavirus, que va camino de convertirse en una enfermedad endémica. En la lucha por mantener los contagios a raya, la población joven ha pasado a ser una parte esencial. Las últimas muertes de jóvenes menores de 20 años son un toque de advertencia,