Las estaciones donde se realiza la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) examinan al detalle cada parte del coche. Todo debe estar en orden para poder continuar circulando en regla unos cuantos meses más. De lo contrario, el vehículo no se podrá seguir moviendo y habrá que invertir económicamente en su mejora.
Una cita ineludible
De forma anual o cada dos si el coche tiene menos de 10 años, llega la hora de pasar el examen de la ITV, una cita temida para muchos conductores. Y es que en numerosas ocasiones supone un desembolso extra si no se realiza regularmente un cuidado del vehículo a título personal.
Tras pedir la cita previa correspondiente, llega el momento de acudir a la estación elegida. Allí, los mecánicos competentes revisarán exhaustivamente todos los rincones del vehículo, en especial todo aquello relacionado con su correcto funcionamiento.
Las luces, los neumáticos, los cinturones de seguridad, el motor, todo debe estar en orden para conseguir la tan ansiada pegatina de la ITV. Este pequeño adhesivo de colores es la vía para que el coche pueda seguir circulando durante unos meses más. Sin él, no podrá moverse más que al taller para subsanar los fallos encontrados por el mecánico.
Las emisiones, muy controladas en las estaciones de ITV
Los sistemas de control de emisiones son unos de los grandes quebraderos de cabeza de los conductores que acuden a la ITV. Las estaciones los están comprobando minuciosamente.
En estos centros cuentan con dispositivos de lectura OBD (On Board Diagnostic- Diagnóstico a bordo). Con ellos se comprueba que los sistemas de control de emisiones (E-OBD) funcionen de forma adecuada.
Este protocolo se aplica a aquellos vehículos ligeros Euro 5 y 6 fabricados a partir de 2006. También se utiliza con los vehículos pesados Euro 6.
Es una prueba complementaria a la que se realiza habitualmente de gases, que también se sigue haciendo durante la inspección. Aquellos coches que registren defectos en este sistema de emisiones no podrán obtener la pegatina apta de la ITV.
Desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la ITV han señalado que la lectura E-OBD no mide nuevos contaminantes. De hecho, comprueba que el sistema de control que incorporan los vehículos no presente averías, errores o manipulaciones.
Tipos de pruebas que deben pasar los coches para seguir circulando
Las inspecciones visuales son imprescindibles para dar el apto a los coches que se acerquen hasta una estación ITV.
Mediante observación de los elementos oportunos se atenderá a posibles ruidos o vibraciones anormales en el vehículo. También se tendrán en cuenta las holguras o fuentes de corrosión y las soldaduras incorrectas o no autorizadas.
Además, se pondrá especial interés en otras operaciones de mecanizado o plegado incorrectas o no autorizadas que puedan suponer un peligro para la circulación o el medio ambiente.
A esta inspección hay que sumarle la mecanizada. Con ayuda de algunos de los equipos que se pueden encontrar en las estaciones, los mecánicos deberán revisar posibles problemas en el vehículo.
No hay que olvidar que para poder pasar la ITV, además de tener el coche en perfecto estado, es necesario tener en regla la documentación.
La Tarjeta de Inspección Técnica y el Permiso de Circulación son obligatorios. La acreditación del pago del seguro del vehículo y el DNI o CIF del propietario del turismo también deben estar en orden antes de acudir a la estación escogida.
En el caso contrario, el coche no podrá ser revisado por el equipo técnico y el propietario deberá poner al día la documentación requerida. Y es que circular con un vehículo exige precaución y, sobre todo, sentido común y responsabilidad por parte del conductor.