La guerra esconde las peores historias posibles, las que jamás querríamos contar. Mientras el conflicto de Ucrania sigue su curso, miles de vidas quedan expuestas. Miles de historias y sueños quedan truncados de repente y sin sentido alguno.
Este es el caso de Vitaly Kovalchuk y su mujer. Ambos, con pasado en Cataluña, murieron el pasado sábado a causa de un bombardeo en la ciudad de Chernígov, en Ucrania. Vitaly era muy conocido en Salt, un municipio de Gerona, porque había tenido una popular tienda de reparación de electrodomésticos.
Sin embargo, hace dos años Vitaly y su esposa decidieron dejar atrás Gerona para irse a Ucrania. Donde, el pasado sábado, perdieron la vida de forma trágica.
“Hoy los hijos de Vitaly Kovalchuk me han hecho saber y me han pedido que comuniquemos que él y su esposa murieron hace dos días a raíz del bombardeo en la ciudad de Chernígov”, exponen desde las redes sociales de La Cooperativa del Vecindario de Salt.
La de Vitaly y su mujer, una de tantas historias
Y es que son muchos los ucranianos instalados en España que optan por regresar a su país. Sergei, por ejemplo, es un militar ucraniano que desde hace cuatro años se ha establecido en Madrid.
Este sábado se detuvo a poner gasolina en un área de servicio de Alt Empordà, otra comarca de Gerona. Llevaba una gorra de Ucrania y el coche cargado de ropa militar y material sanitario que, junto a un compañero, repartirán cuando lleguen al frente. Y es que Sergei va a luchar en Ucrania.
El hombre contaba que no le han llamado para que vaya, pero que “no podía hacer otra cosa”. Él es de Lugansk, una de las regiones de Donbass que están bajo el asedio ruso. “No podía quedarme parado en casa mientras veía lo que estaba pasando. Mi obligación es luchar por mi país”, decía.
Este militar recordaba que ya hace ocho años que la guerra estalló en la zona donde él nació y dice esperar ir hasta Lugansk a ayudar, si bien hará “lo que le digan”. Explica que va “porque quiere” y que no tiene “ningún miedo” a poder perder la vida en la zona de conflicto. “Yo podría estar viviendo en cualquier parte del mundo, pero quiero estar en mi país ahora, que es cuando me necesita”, explica. Entre el material que lleva se encuentran medicamentos y ropa para personal militar.