Rafael Borrás, jefe de Urgencias del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, ha muerto de un infarto a los 65 años. El doctor, que se encontraba en Badajoz pasando las vacaciones con su familia, murió la madrugada del sábado. Con él se va un experto en la gestión hospitalaria y un intachable médico de familia.
Además, el prestigioso doctor fue el primer sanitario vacunado contra el coronavirus en Salamanca. “Muy ilusionado”, así se mostró Borrás tras recibir la primera inyección. Desde su cargo animó a todo el personal sanitario y no sanitario a vacunarse: “es la herramienta más eficaz en un futuro para detener la pandemia”.
De hecho, tras conocerse la noticia de su muerte algunos foros de extrema derecha han aprovechado para vincularlo con la vacunación. “La historia continúa y quien no la quiera ver, o está muy despistado o, simplemente, no quiere verlo”, se puede leer en El Diestro. Una desafortunada intención de aprovechar esta desgracia.
Reconocimiento general
Afortunadamente, la inquina de algunos medios no ha logrado empañar el reconocimiento general hacia la figura de Rafael Borrás. Este jefe de Urgencias fue clave en la organización del centro salmantino, sobre todo con el desafío de la pandemia. Su papel fue clave para afrontar el reto con mayores garantías.
Como jefe del área, siempre destacó “la capacidad de adaptación del personal de Urgencias ante cualquier situación”. Con la llegada del colapso hospitalario, su prioridad fue formar equipos y diferenciar zonas “para atender tanto al enfermo grave como al leve”. Sus compañeros destacan hoy la labor realizada al frente de su equipo.
Rafael Borrás era natural de Castellón, pero hace años que recaló en Salamanca donde desarrolló su labor médica. Era un reconocido médico de familia, admirado por su cercanía con los pacientes. Dejó huella en todos los lugares por donde pasó, donde hoy le recuerdan con una mezcla de dolor y admiración.
La despedida de los suyos
El equipo de enfermeras y técnicos ha tenido un detalle con el personal de Urgencias a raíz de la muerte del doctor Rafael Borrás. “Queríamos agradecer el enorme cariño con que nos habéis tratado”, así empieza la carta que han escrito, con “especial recuerdo para nuestro compañero Rafa”. “Siempre estuvo al pie del cañón”, recuerdan.
De él dicen que “ha sido un gran compañero, que nos enseñó, nos ayudó y pasamos gratos momentos a pesar de las circunstancias”. Conscientes del duro momento que están pasando sus compañeros, han querido tener una muestra de cariño. “Siempre tendréis un café caliente y un buen achuchón”, han escrito.
El ciclismo, su otra pasión
Rafael se ganó la admiración de todos, y su muerte traspasó el ámbito de la medicina. El ciclismo era una de sus grandes pasiones, y uno de los homenajes más especiales ha sido el de sus compañeros de ruta. Rafael pertenecía al equipo ciclista del Colegio Oficial de Médicos de Salamanca, que también le despidieron a su manera.
“Siempre en cabeza, liderando, arrimando el hombro, pedaleando a favor”, se podía leer en el cartel de homenaje. Las redes sociales también se han llenado de mensajes de cariño para Rafael y para su familia. Aunque tampoco han faltado los que han querido aprovechar para difundir las teorías de la conspiración.
“Fallece el doctor Borrás, otro más de los cientos de fallecidos con la vacuna experimental”, se puede leer en un mensaje. Algunos ponen el acento en la cantidad de personas jóvenes que están muriendo por infarto. Otros recuerdan la muerte por infarto de otros médicos que se pusieron la vacuna contra el coronavirus.