Este mismo sábado 13 de febrero ha fallecido por coronavirus el exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, pieza clave en la lucha contra ETA y condenado a prisión por haber estado implicado en los conocidos crímenes de los GAL.
Al parecer habría fallecido a los 82 años de edad después de haber estado en estado grave durante varias semanas tras haberse contagiado de coronavirus. Según se ha podido saber, durante todo este tiempo ha estado ingresado en una UCI, sin embargo, su estado de salud no le ha permitido superar la enfermedad.
Fue ingresado en un primer momento por problemas respiratorios derivados del covid ─fue le 2 de febrero─, problemas que se agravaron al pasar los días, hay que tener en cuenta que Rodríguez Galindo tenía otras patologías previas cardiovasculares. Así pues, tuco que ser intubado para estabilizar su situación.
Según publica el diario 'El País', los médicos ya habían advertido a su mujer de que la situación era difícil y que podría permanecer intubado hasta 20 días, finalmente ha acabado por perder la vida. Su mujer, además, también estaría contagiada de coronavirus.
Hacia él ya han llegado varios mensajes de adiós, y de cariño a la familia, tanto de Asociaciones de la Benemérita como de la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), que han querido trasladar sus pésames a través de las redes sociales.
«Lamentamos el fallecimiento de nuestro General Enrique Rodríguez Galindo. Miró de frente a ETA, la combatió y derrotó salvando así la vida a multitud de ciudadanos, guardias civiles y sus familias», ha sido el mensaje que han dejado desde la Asociación Pro Guardia Civil.
Luchó contra ETA y fue encarcelado por los crímenes de los GAL
Se conocía ya que el exgeneral sufría una dolencia cardiovascular, pues por ello fue excarcelado hace varios años y trasladado a su domicilio bajo vigilancia policial. Había sido condenado a 75 años de cárcel pero cumplió únicamente cuatro años y cuatro meses.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria le otorgó la libertad condicional en el año 2013 después de que el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza), lo propusiera.
Hay que recordar que su condena fue por su implicación en el secuestro y asesinato en 1983 de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. Fueron guardias civiles de Intxaurrondo quienes los llevaron a cabo, pero en ese momento estaban bajo su cargo.
Se trató de una pieza importante en la lucha contra ETA, durante los años que estuvo al frente de la Comandancia de la Guardia Civil se desarticularon un total de 90 comandos del grupo y llegaron a ser detenidos más de 800 miembros.
Por todo ello se ganó los aplausos de muchos y se le considera entre algunos sectores, una de las grandes figuras en la lucha contra la organización, de hecho, por ello llegó a ser, finalmente, general de la Guardia Civil en el año 1995.
Fue llevado a juicio por su implicación en los secuestros y asesinatos de los dos presuntos etarras en abril del años 2000 y fue entonces cuando la Audiencia Nacional le condenó a 71 años de prisión, ese mismo 9 de mayo entró en la cárcel. Solo un año después, el Tribunal Supremo subió en cuatro años más su pena de cárcel.
Tras todo ello, fue en 2002 cuando la Guardia Civil decidió retirarle su condición de miembro del cuerpo. Como ya hemos dicho, en 2004 se le permitió cumplir su condena fuera de la cárcel, por sus problemas de salud y justo al año siguiente tuvo que ser operado del corazón. Desde 2013 se encontraba en libertad condicional.