Trágico e inesperado suceso el que tuvo lugar en Borisov, en el centro de Bielorrusia. Umida Nazarova, una joven de solo 21 años, perdió la vida mientras estaba realizando una entrevista de trabajo en una fábrica.
A pesar de la rápida actuación de los trabajadores, nada pudieron hacer por salvarle la vida. Su familia se encuentra destrozada, ya que Umida estaba embarazada y el bebé tampoco sobrevivió.
La joven quedó atrapada en una máquina
El deseo de Umida era encontrar un trabajo con el que poder sacar adelante al hijo que esperaba. A sus 21 años, tenía claro que quería valerse por sí misma y ofrecerle un futuro digno a su primer hijo.
Así pues, decidió acudir a una entrevista de trabajo en una fábrica de Borisov sin pensar que jamás saldría de allí con vida. Se trataba de una empresa especializada en alambres y electrodos para soldar, y los funcionarios quisieron enseñarle las instalaciones.
Durante la visita, el pelo de Umida quedó atrapado en una de las máquinas industriales enrollándose alrededor de su cuello. "Su garganta quedó muy afectada. Su cabello se enredó alrededor del cuello y la impedía respirar", ha contado Olga, su madre.
Instantes después, el cuero cabelludo de Umida se arrancó de cuajo y la joven cayó al suelo gravemente herida y sin conocimiento. "Si no se le hubiera arrancado el cuero cabelludo, habría muerto estrangulada", añade.
Al parecer, durante el trayecto, el trabajador encargado de realizar la visita apartó un momento la vista de Umida para realizar un registro. Cuando se volvió, vio que la joven yacía en el suelo con heridas de gravedad.
Acusan a la empresa de negligencia
El trágico suceso dejó a la familia de la joven de 21 años completamente devastada. No entienden qué pudo suceder y reclaman responsabilidades a la fábrica. Umida presentaba heridas muy graves y nunca recuperó el conocimiento, perdiendo la vida horas después.
Dimitry, padre de la víctima, acusa a la empresa de no haber aplicado medidas de seguridad para evitar el trágico accidente. "Vieron que tenía el pelo largo, ¿por qué no le dieron algo para taparlo?", se pregunta.
El Comité de Investigación de Bielorrusia ha sido el encargado de investigar lo ocurrido explicando cómo se dieron los hechos. "Una empleada de la fábrica le estaba mostrando a la joven cómo funciona el equipo", cuentan. "Se detuvo para hacer un registro, cuando giró la cabeza, vio a la mujer ya tirada en el suelo inconsciente, su cabello estaba enredado en la máquina", añaden.
Tras la denuncia de los padres de la víctima y la posterior investigación, el tribunal anunciaba su veredicto. La trabajadora ha sido sentenciada por "incumplimiento de sus deberes oficiales por actitud deshonesta y negligente causando la muerte de una persona". Además, la fábrica se hizo cargo de los gastos del funeral.
La joven estaba embarazada
Un dato que añade más dolor a la trágica muerte de la joven bielorrusa se encuentra en que esta estaba embarazada. Umida esperaba su primer hijo y se hallaba feliz ante la buena nueva.
Al igual que ella, toda la familia esperaba con ilusión la llegada de un nuevo miembro. Un nacimiento que nunca se producirá, puesto que la criatura no sobrevivió. "Se llevaron dos vidas, ella tenía siete semanas de embarazo", lamentaba su padre.
La joven tenía planes para su nueva vida y su madre no podía estar más feliz. Sin embargo, su destino ha sido muy distinto. "Quería celebrar su boda y recoger a un nieto o nieta del hospital, no esto, esto no es lo que quería para mi hija", dijo su madre.