El caimán Saturno era la ‘mascota’ del dictador Adolf Hitler y ha muerto recientemente a la edad de 84 años tras vivir una vida llena de experiencias bélicas y de aventuras sorprendentes para tratarse de un reptil. El animal fue capturado en 1936 cuando era una cría en los pantanos de Misisipí, en Estados Unidos, y posteriormente el zoológico de Berlín lo adquirió antes de la guerra, formando parte este parque de animales, uno de los más famosos de la época en todo el mundo.
No obstante, este ejemplar de caimán o de aligátor americano se ganó muy mala fama internacional al convertirse en uno de los animales preferidos de Hitler. Una historia que incluso se explicó en relatos históricos del escritor ruso Boris Akunin. Según parece, el dictador visitaba frecuentemente la jaula del reptil, incluso habría ordenado el traslado temporal a una de sus residencias donde habría sido exhibido.
Saturn (Alligator)
Superviviente de la guerra y ‘prisionero de guerra’
La II Guerra Mundial se cebó con el zoo, donde la mayoría de los 16.000 animales murieron. No obstante, de los solo 100 ejemplares que sobrevivieron, el caimán Saturno fue uno de ellos. Al encontrarse en la zona aliada, los británicos lo llevaron hasta la zona de ocupación soviética, y en julio de 1946 fue trasladado hasta el zoo de Moscú, donde se convirtió en uno de los principales reclamos de los visitantes.
Popularmente, fue bautizado con el nombre de Hitler, pero las autoridades decidieron llamarlo Saturno para no fomentar el apellido del dictador. A lo largo de todas las últimas décadas, el animal ha sido objeto de reportajes e historias de todo tipo. Y es que la vida de este caimán fue excepcionalmente activa y llena de aventuras, algunas de ellas traumáticas.
Tras nacer en Estados Unidos, vivir en el zoo de Berlín, sobrevivir a la II Guerra Mundial, superar la fama de ser el ojito derecho de Hitler, ser capturado por los británicos y rusos y pasar el resto de su vida en el zoo de Moscú, Saturno murió con 84 años el pasado sábado, 23 de mayo. Según sus cuidadores, su vida en Rusia fue en paz, bien alimentado y tuvo varias relaciones de pareja. Incluso fue la inspiración para el logotipo de la conocida marca de ropa francesa ‘Lacoste’. Un final digno para un símbolo de la resistencia en tiempo bélicos.