La alta mortalidad repentina causada por el Covid-19, enfermedad que afecta sobre todo a los mayores de 65 años, ha repercutido también en el sistema de pensiones, ya que la nómina mensual de pensiones contributivas de la Seguridad Social ascendió a 9.852 euros el 1 de mayo, un 0,27% menos que en abril.
Se trata de un retroceso histórico vinculado a la mortalidad causada por el virus, ya que el gasto dedicado al pago de los más de 9,8 millones de prestaciones crece mes a mes de forma cuasi automática por efecto del envejecimiento de la población española, por primera vez en la historia se ha producido un recorte en esta partida.
El ministerio de la Seguridad Social confirma así que ha habido una disminución del gasto, asociada a una disminución tanto en el número de pensionistas como de altas, a consecuencia del virus que se ha cebado con esa franja de edad. El sistema de pensiones perdió 38.508 nóminas contributivas y el número de altas registradas en abril descendió un 32,2% respecto al mismo mes del año pasado, un 13,9% menos que el mes anterior.
El descenso del número de pensiones y pensionistas se debe en parte al cierre de oficinas y a la situación de confinamiento, dice el ministerio, pero reconoce que también ha influido la pandemia del Covid-19 en términos de mortandad sobre el conjunto de la población y, en mayora medida, sobre el colectivo de las personas de más edad.
Según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social, en lo que va de año los expedientes se han reducido un 33,8% en comparación con el mismo período del año anterior, y por ejemplo, en marzo y abril se iniciaron 32.512 expedientes por jubilación, frente a los 49.798 del año pasado en las mismas fechas.
El acumulado anual desde enero hasta el inicio de mayo de 2020 registra 157.896 nuevas pensiones dadas de alta, lo que supone un descenso del 22,1% respecto del mismo período del año anterior, mientras que las bajas ascienden a 205.638 pensiones, que es un 17,5% menos que el año anterior.
Cuando se proclamó el estado de alarma, las oficinas de la Seguridad Social dejaron de prestar atención presencial y los ciudadanos tuvieron que presentar las solicitudes de prestaciones y realizar el resto de los trámites con el organismo exclusivamente por vía telemática, lo que ha motivado que muchos ciudadanos optasen por retrasar sus gestiones.