Tragedia en el Reino Unido. Un bebé recién nacido ha muerto tras ser mutilado por la perra de la familia. Según ‘The Sun’, la madre estaba durmiendo junto al bebé en el sofá y no se percató del brutal ataque de la perra, un Staffordshire Bull Terrier, al bebé.
Los terribles hechos ocurrieron en la pequeña localidad de Yaxley, en el condado de Cambridgeshire. El pequeño Reuben McNulty sufrió un total de 23 mordeduras por parte de la perra y estas le llevaron a presentar “lesiones catastróficas” en la columna vertebral, el celebro y el cráneo.
El recién nacido, que tenía tan solo dos semanas de vida, fue trasladado al hospital durante la madrugada del 18 de noviembre de 2018. El pequeño batalló por su vida, pero finalmente tres semanas después los padres recibían la peor noticia posible: Reuben había fallecido.
La perra le confundió con un juguete
Es la conclusión a la que llegó un experto forense veterinario tras el suceso. Simon Newbury explicó que la perra podría haber confundido al bebé con un “juguete” o le podría haber visto como “una pequeña presa”.
Esto habría provocado que, mientras la madre del pequeño dormía junto a él en el sofá de casa, la perra hubiese sentido el estímulo de atacar al niño.
Tras los hechos, los padres del pequeño, Daniel McNulty y Amy Litchfield, fueron interrogados por una presunta negligencia infantil. La investigación sobre los padres empezó porque desde servicios sociales se les había advertido de que tenían que dejar al bebé fuera del alcance de los perros.
Los padres no hicieron caso de los trabajadores sociales y todo aquello se saldó con una tragedia de inimaginable dolor. Pese a ello, posteriormente se les comunicó que no se presentaría ningún cargo contra ellos.
El padre encontró a la perra cubierta de sangre
Todo aquello ocurrió el 18 de noviembre de 2018. La madre del pequeño, Amy, se había dormido en el sofá mientras el bebé estaba en una cama repleta de ositos de peluche. Mientras, Daniel, el padre del bebé, estaba fuera de casa fumándose un cigarrillo.
Cual fue su sorpresa que, al volver, se encontró a su perra Dottie cubierta de sangre y “lamiéndose los labios”.
El padre llamó rápidamente a emergencias y Reuben fue trasladado al hospital. Fue allí donde los médicos descubrieron que el bebé sufría lesiones graves en el celebro, la columna vertebral y el cráneo. Finalmente y para desgracia de la familia, el pequeño Reuben fallecía el 13 de diciembre del mismo año.