La pequeña localidad toledana de Ocaña pasa estos días por un auténtico infierno. Alejandro Lamela, un chico del pueblo de tan solo 20 años, ha muerto mientras se encontraba de viaje con su novia en Paraguay. El joven falleció el pasado fin de semana después de sufrir una aparatosa caída el 5 de enero.
Los médicos lo intentaron hasta el final, pues le sometieron a una operación de urgencia y a un sinfín de tratamientos intensivos para salvarle la vida. Para más inri, la familia del joven solicitó desesperadamente ayuda para poder costear el tratamiento hospitalario. Finalmente, pero, llegó la peor noticia posible: Álex acabó falleciendo.
Un enigmático golpe en la cabeza
Alejandro Lamela había viajado a Paraguay el pasado 20 de octubre de 2021. El joven toledano salía con Laura, natural de Paraguay, pero criada en la misma localidad de Ocaña desde los tres años.
“Laura se fue a Paraguay porque tenía el abuelo enfermo. Alejandro decidió acompañarla porque estaba muy enamorado. Llevaba con Laura desde los 13 años y quería estar con ella”, relataba Ana Belén Martínez la madre del joven Álex en ‘El Digital de Castilla-La Mancha’.
Pero la noche del 5 de enero ocurrió algo que la madre del joven nunca olvidará. “Me levanté y miré el móvil. Tenía llamadas de la madre de Laura, que me decía que había pasado algo. Nos pusimos en contacto con ellas y nos dijeron que Álex se había desmayado”, decía.
Pese a ello, la madre del chico insistía: “Laura y su madre nos decían que no sabían lo que le había ocurrido”.
Minutos después de encontrar a Álex desmayado, Laura y su madre llamaron a emergencias. Cuando los servicios llegaron a la casa, el pulso de Alejandro estaba muy débil y comprobaron que el joven había sufrido un fuerte golpe en la cabeza. Fue entonces cuando le trasladaron al hospital de Asunción.
"Álex era todo corazón"
Tal como relatan en ‘El Digital de Castilla-La Mancha’, los médicos vieron que el joven “se les iba” en el trayecto al hospital y decidieron ingresarle a uno más cercano. “Tenía mucho líquido generándole presión en el celebro”, dice la madre.
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Fue entonces cuando decidieron operarle. Con el padre de Álex ya viajando hacia Paraguay, no quedó más remedio que intervenirle quirúrgicamente la cabeza. El chico superó la primera operación, pero su estado seguía siendo muy grave.
Finalmente, a través de una tomografía se comprobó que el chico había sufrido un importante daño cerebral que era prácticamente incompatible con la vida. Días después y tras muchos intentos médicos, Álex acababa falleciendo.
La madre, que insistía que horas antes del suceso estuvo hablando con él con total normalidad, recordaba el grado de normalidad que vivía el joven explicando que "me mandó una foto de la pizza que había hecho".
“Álex era todo corazón. Hasta el último momento ha disfrutado y ha hecho lo que él quería. Me quedo con eso”, dice ahora la madre del joven que se ha ido con tan solo 20 años y toda una vida por delante.