Conmoción en Inglaterra por la cruel muerte de un bebé de 17 meses devorado por el perro de la familia. Los padres de Bella-Rae Birch, una niña de año y medio, habían comprado el Pitbull una semana antes. El can atacó a la bebé en el domicilio familiar en St Helens, Merseyside, al oeste del país.
Los vecinos de la familia Birch se vieron alertados por los gritos desesperados que salían de dentro del hogar. Los padres del bebé estaban en la casa durante el ataque y pedían ayuda a gritos, desesperados. Algunos vecinos se acercaron y observaron al bebé en las fauces de un perro de grandes dimensiones.
Entre todos consiguieron liberar a la niña de las mandíbulas del animal, y mientras llegaba la ambulancia iniciaron las maniobras de reanimación. Una vecina de los Birch fue la que practicó el masaje de reanimación cardiopulmonar a la pequeña. Esta llegó con vida al hospital, pero murió poco después.
Rápida intervención de los vecinos
Los hechos ocurrieron en el barrio de Blackbrook, una urbanización de casas unifamiliares donde es habitual tener un perro guardián. Una semana antes del incidente, la familia Birch decidió comprar uno. Eso fue lo que desató la tragedia el pasado 21 de marzo, en el hogar donde se encontraba la menor.
La rápida intervención de los vecinos, alertados por los gritos horrorizados de la familia, logró mantener a la pequeña con vida inicialmente. Una vez en el hospital, los médicos trataron de salvarle la vida sin éxito. Murió debido a las graves lesiones producidas por el animal potencialmente peligroso.
Los vecinos se encuentran ahora conmocionados por la desgracia ocurrida en casa de los Birch, “unos padres entregados con sus hijos”. En la puerta del hogar se acumulan las ofrendas, las flores y los mensajes en un santuario improvisado. Las autoridades locales han abierto una investigación.
El animal fue sacrificado
El superintendente Steve Brizell transmitió la principal hipótesis con la que trabaja la policía. “Entendemos que el perro de la familia, que habían comprado solo una semana antes, atacó a Bella-Rae en la casa familiar”, señaló a los medios locales. Ahora buscan a los dueños anteriores del animal.
Investigan si esas personas pudieran tener antecedentes o alguna responsabilidad en la educación del perro. También analizan las cámaras de seguridad de las zonas aledañas donde ocurrió el ataque. Los padres de la pequeña fallecida están siendo asistidos por un equipo de psicólogos y apoyo emocional.
Los padres de Bella-Rae expresaron en un breve comunicado el agradecimiento por las muestras de apoyo recibido. “Pedimos que ahora se nos permita algo de espacio y tiempo para tratar de aceptar la trágica pérdida de nuestra querida bebé”, solicitaron. La imagen de Bella-Rae inunda estos días las redes sociales.
Consternación en el vecindario
Una vecina asegura que escuchó pedir ayuda y corrió hacia la casa “alertada por los gritos histéricos”. Asegura que lo vio en aquella escena no se le olvidará jamás en la vida. El perro estaba mordiendo a la pequeña de año y medio mientras su madre, Treysham Bates, gritaba y lloraba sin cesar.
“Había un montón de policías, unas veinte patrullas y ambulancias”, relata otro vecino que asegura estar en shock. Las propias autoridades definieron el suceso como “devastador” y se pusieron inmediatamente al servicio de la familia. Los padres están siendo protegidos por la policía porque aún están en pánico.
Por otro lado, la policía del condado se ha dirigido a la población para recordar la relevancia de tomar medidas de seguridad ante estos perros. En el caso de comprar un animal nuevo hay que comprobar sus antecedentes y su comportamiento. Ante la presencia de menores es recomendable mantener a estos animales alejados y con bozal.