Es de los hechos más trágicos e impactantes que se recuerdan en España. El pasado jueves, 12 de mayo, un turista fallecía en Mallorca después de golpearse con las rocas al lanzarse al mar desde un acantilado de 25 metros de altura. El suceso fue trágico.
Pero no quedó aquí. Su mujer, que le estaba esperando en una barca alquilada, lo estaba grabando todo. Y su hijo, para más inri, estaba al lado. Fueron ellos, precisamente, los que llamaron rápidamente a los servicios de emergencia para avisar de lo sucedido.
El hombre, el exfutbolista Mourad Lamrabatte, se había perdido bajo el agua tras el impacto. Su cuerpo fue sacado del agua horas después y la autopsia confirmó que murió ahogado tras perder el conocimiento en el brutal impacto con las rocas.
Mourad tenía 31 años y pasaba unos días con su familia en Calvià, en Mallorca. El joven había sido futbolista y había llegado a debutar con el Vitesse de la Eredivise, la primera división de Holanda.
Consternación en el Vitesse
"El Vitesse desea a la familia y amigos de Lamrabatte mucha fortaleza para sobrellevar la gran pérdida", así decía adiós el club a su exjugador.
Mourad había debutado en la temporada 2010-2011 con el club de su vida, pero se retiró tempranamente.
De hecho, muchos le habían perdido la pista hasta que el viernes cambió todo. Mourad era el hombre que había muerto en un suceso que rápidamente se haría viral en Mallorca. Pues saltó desde una altura de 22 metros y no supo calcular que acabaría de la peor manera posible.
A Mourad la faltó un metro. Impactó contra las rocas y cayó al agua. "Oh, dios mío", decía su mujer tras gravar el vídeo.
Horas después, esta y su hijo recibirían la peor de las noticia: Mourad, padre y esposo, había fallecido tras el brutal impacto.
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La mujer, en estado de shock: no consigue hablar
Según informa Última hora Mallorca, la mujer del fallecido sigue en estado de shock tras lo sucedido y no consigue hablar. Ni tan siquiera con la Guardia Civil o la Policía Local.
Los agentes le han intentado prestar declaración en reiteradas ocasiones, pero no han conseguido que la mujer hable.