La misión 'Hope' ('Al Amal', en árabe, y 'esperanza' en español), la primera de Emiratos Árabes Unidos (EAU) a Marte, ha conseguido alcanzar con éxito la órbita del planeta rojo este martes. El país árabe se convierte en el quinto en alcanzar Marte (antes lo consiguieron Estados Unidos, Rusia, China, Europa e India) y en la primera misión interplanetaria árabe. Se firma así el primer logro de una semana histórica en la exploración espacial, en la que tres sondas alcanzarán su destino final, en nuestro vecino cósmico.
El orbitador viajó casi 500 millones de kilómetros durante siete meses para conseguir llegar a la órbita marciana. De las tres misiones que despegaron de la Tierra el pasado mes de julio ('Hope' fue la primera; seguida de la sonda China ' Tianwen-1', que está previsto que realice la misma operación que la nave emiratí en apenas 24 horas y la semana que viene, aterrizará la misión ' Mars2020', de la NASA), es la única que no se posará sobre suelo marciano, ya que la idea es que desde órbita elíptica de entre los 1.000 y los 49.380 kilómetros por encima de la superficie mapee el clima de un año marciano, 24 meses.
Maniobra de alta complejidad
'Al Amal' tenía que hacer una intrincada y arriesgada maniobra de giros y aceleración de motores y conseguir frenar casi en seco desde los de 121.000 km/h a unos 18.000 km/h. «Cualquier cosa que salga ligeramente mal provocará que se pierda la nave», afirmó Sarah al-Amiri, ministra de estado de tecnología avanzada y presidenta de la agencia espacial de los EAU durante una conferencia previa.
Cuando se confirmó desde la antena madrileña de la NASA en Robledo de Chavela, el pequeño centro de control en EAU estalló en aplausos, si bien fue una celebración contenida debido a las normas para controlar la pandemia. Mientras, el mítico rascacielos de Dubai, el Burj Khalifa, se iluminaba con imágenes del despegue, así como con las caras de los responsables del proyecto, que se sucedían en un espectáculo de color.
Lo más complicado ya está hecho
Omran Sharaf, director de la misión de Emiratos Árabes en el Centro Espacial Mohammed bin Rashid, valoró la situación a través de un comunicado: «La inserción en la órbita de Marte fue la parte más crítica y peligrosa de la misión, ya que la sonda 'Hope' estuvo expuesta a tensiones y presiones a las que nunca antes se había enfrentado. Si bien hemos pasado seis años diseñando y probando sin descanso el sistema, no hay manera de simular completamente el impacto que produce la desaceleración y la navegación necesarias para alcanzar la inserción en la órbita de Marte de forma autónoma».
A partir de ahora, la sonda completará una órbita del planeta cada 55 horas para capturar una imagen completa marciana cada nueve días. El diseño de esta misión permitirá a ‘Hope’ explorar los cambios en el clima marciano entre la atmósfera superior e inferior y completar la primera imagen de la dinámica atmosférica y el clima de Marte en todo momento del día y a través de todas las estaciones del año. Los primeros datos aportados por la sonda emiratí se publicarán en septiembre y se pondrán a disposición de los científicos de todo el mundo.
Colaboración con los EE. UU.
Los EAU eligieron colaborar con socios más experimentados en lugar de llevar a cabo el proyecto de forma unilateral o comprar la nave espacial. En concreto, sus científicos e ingenieros se aliaron con investigadores de la Universidad de California, en Berkeley, la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad de Boulder Colorado. En esta última fue donde se ensamblaron las piezas antes de enviar la nave a Japón, desde donde se llevó a cabo el lanzamiento el pasado mes de julio.
En concreto, 'Hope' tiene el tamaño de un coche y ha costado un total de unos 165 millones de euros entre su construcción y el lanzamiento. Sin embargo, desde los EAU hablan de que el proyecto iba mucho más allá de una simple misión espacial al planeta rojo: «Esto nunca se trató solo de llegar a Marte -afirmó Sharaf en una rueda de prensa anterior-. Marte es solo un medio para un objetivo mucho más grande». El objetivo de conseguir ponerse en el mapa como potencia espacial y referencia en tecnología en el mundo árabe. Y, de momento, los primeros pasos están siendo un éxito.