El avance de la pandemia provoca que se produzcan cambios en algunas medidas de seguridad. A lo largo de un año, hemos sido testigos de indicaciones contradictorias y lo que antes valía ahora no resulta suficiente. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con el tema de la ventilación en los centros escolares muy debatido desde que dio comienzo el curso y que lleva de cabeza a profesores y padres.
En un principio se recomendaba ventilar las aulas de manera intermitente cada quince minutos, más o menos, pero ahora la tercera ola ha provocado que el Gobierno actualice su guía recomendado otro tipo de ventilación: la cruzada. Y mucho mejor si esta se realiza de manera permanente.
Actualización sobre la ventilación en las aulas
Volviendo al debate sobre la importancia de que las estancias estén bien ventiladas para evitar el contagio por aerosoles, científicos del CSIC llegaron a la conclusión la semana pasada de que ventilar de vez en cuando no limpia el aire de manera adecuada y que lo mejor es mantener puertas y ventanas abiertas durante toda la jornada escolar. Según los expertos, si la ventilación se realiza de manera intermitente los niveles de CO2 —aire respirado y posible portador del coronavirus— aumentan de manera considerable. De ahí la importancia de la ventilación permanente.
Desde el Ministerio de Sanidad se han hecho eco de esta nueva investigación y han lanzado una actualización de las Medidas de Prevención, Higiene y Promoción de la Salud frente al covid para centros educativos en el curso 2020-2021. En ella se amparan en el contagio por aerosoles que «aporta mayor conocimiento sobre la dinámica de la transmisión» y que obliga a modificar algunas medidas de prevención o incluir nuevas.
Ventilación cruzada y permanente
Según explican desde Sanidad, lo más eficaz para limpiar el aire de las aulas es mediante la ventilación permanente y repartir los puntos de apertura de puertas y ventanas, no concentrando la ventilación en uno solo. Si la ventilación natural no es suficiente, aconsejan el uso de ventilación mecánica o purificadores de aire.
Lo más aconsejable es que la ventilación cruzada se mantenga durante toda la jornada escolar o al menos durante 10 o 15 minutos al inicio y al final de la jornada, durante el recreo y siempre que sea posible entre clases. Aunque en el documento no se especifica la manera correcta de realizar la ventilación cruzada, desde Sanidad lo explican de la siguiente manera.
Si solo se abre una puerta, los niveles de CO2 tardan cerca de una hora en alcanzar los niveles óptimos. Si junto a la puerta abrimos una ventana que esté enfrente de ella, la bajada es más rápida, pero lo ideal es mantener la puerta abierta y una ventana que esté situada en el fondo de la clase. Ahí, en cuestión de 20 minutos, el aire queda completamente limpio.
Las actividades mejor fuera que dentro
El nuevo documento actualizado por el Ministerio de Sanidad recomienda que aquellas actividades que impliquen una mayor emisión de aerosoles como por ejemplo cantar o la educación física, se realicen— siempre que sea posible— en el exterior. Si esto no pudiera ser, se aconseja que la estancia esté correctamente ventilada, se respete la distancia de seguridad y se usen las mascarillas. Aunque siempre se deberá priorizar el uso de las instalaciones al aire libre para actividades educativas o de ocio.
En el caso de alumnos con patologías previas, y por ello con mayor riesgo frente al Covid, el documento señala que podrán acudir al centro escolar siempre que su cuadro clínico así lo permita y esté controlado. En este sentido, se deberán «mantener medidas de protección de forma rigurosa, salvo indicación médica de no asistir».