La noticia de que Carolina Darias ocuparía el sillón del Ministerio de Sanidad ha sido un secreto a voces desde que el representante de PSC, Salvador Illa, anunciara su intención de presentarse a los comicios catalanes. Es por ello que su elección no ha causado ningún revuelo en la mesa presidencia, sino que ha sido algo más como un relevo consensuado.
Desde las demarcaciones territoriales no se espera un cambio de guion con respecto a la representación del anterior candidato, ya que en materia pandémica las decisiones recaen en el presidente, Pedro Sánchez. Es por ello que desde las comunidades autónomas no se espera el uso del estado de alarma, lo que conllevaría la posibilidad de un confinamiento domiciliario, o la ampliación del toque de queda.
En el caso de que el estado de alarma fuera una alternativa podría abrir la posibilidad de que desde la Generalitat se habilitara el aplazamiento de los comicios, lo que podría llegar a suponer la vuelta de Salvador Illa a la cabeza de esta delegación del gobierno. Por el momento la principal característica que se le pide a la nueva encargada de materia sanitaria es la disposición de diálogo que promovía su predecesor, sobre todo para mantener una política de complicidad entre los diferentes territorios.
Un camino lleno de piedras
A pesar de que ha tenido un proceso de preparación, el camino que le espera a Carolina Darias no va a ser fácil, sobre todo por el gran desafío que atraviesa la comunidad internacional —y en concreto España— con respecto al proceso de vacunación. Si bien aún no ha terminado ya se pasa por la cabeza de los diferentes gobernantes quien será el culpable si la gestión es mala, o el gran benefactor en caso de que todo salga bien.
Desde el sector sanitario se pedía un perfil más técnico que pueda aportar una visión más pormenorizada de cada situación en la pandemia, aunque desde el Ejecutivo se ha optado por la misma opción de diálogo. Sobre todo porque la elección estaba premeditada con anterioridad.
Carolina Darias será la encargada de presidir la próxima reunión del Consejo Interterritorial de Salud. En ella se enfrentará al primer desafío que propondrán los dirigentes autonómicos, que es el principio de cogobernanza, lo que permitiría un mayor poder para utilizar las propuestas de movilidad o interacción social. Con las medidas actuales, desde los diferentes territorios se puede cerrar la hostelería, el comercio, los gimnasios o reducir la actividad social al mínimo, aunque no puede optar por confinamiento domiciliario o ampliar el toque de queda.
«Illa ha sido un pésimo ministro y no está a la altura del Gobierno»
Son las palabras que le dedicó el líder del Partido Popular, Pablo Casado, al hasta el momento encargado en materia sanitaria. También ha aprovechado para catalogarlo como el «peor ministro de Europa» y acusó al Ejecutivo de estar más pendiente de salvar votos que vidas.
Argumenta su postura tras los números que ha dejado el pasado fin de semana, récord de registro tanto en contagios como en fallecidos desde el inicio de la pandemia. La postura del dirigente de los azules no difiere de la presentada hasta el momento, fijada en forzar la dimisión de Illa por su papel a dos bandas con los comicios catalanes.
La realidad es que la verdadera lucha se encuentra en los centros sanitarios, con el registro de 591 fallecidos por covid en un día. Ante esta situación el Gobierno ha decidido plantear dos bloques en cuestiones sustanciales como la monarquía parlamentaria, las pensiones, la ley de igualdad o el Salario Mínimo Interprofesional.