El nuevo coronavirus SARS-COV-2, que produce la enfermedad conocida como COVID-19 o coronavirus, es una caja de sorpresas y a medida que la pandemia avanza vamos descubriendo nuevos síntomas.
Hay que comenzar recordando que, tal y como explicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), el coronavirus es una extensa familia de virus que puede causar enfermedades tanto en los humanos como en animales. En los humanos, se sabe que el COVID-19 causa infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus es capaz de no experimentar signos de infección en algunos pacientes. El riesgo de no presentar signos de la enfermedad implica que los afectados se aislen más tarde y contaminan ambientes y superficie del mismo modo que los pacientes sintomáticos. Por esta razón, extremar al máximo las medidas de protección es de vital importancia para evitar estra transmisión silenciosa.
Los pacientes asintomáticos pueden padecer el SARS-COV-2 sin sufrir las terribles huellas de la enfermedad dentro de su organismo. Pero, aunque a ellos no les afecte, no significa que tengan un papel menor en esta crisis sanitaria.
«Entre un 60 y un 70% de los que detectamos en los brotes son personas sin síntomas o de forma muy leve», comentó ante los medios María José Sierra, que ejerce como sustituta de Fernando Simón en su período de vacaciones. Sierra es la nueva directora del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias de España.
Sin quererlo, los pacientes asintomáticos se convierten en los transmisores silenciosos de la pandemia y distribuyen el virus sin que nadie se dé cuenta.
La revista Nature señala en uno de sus artículos que España cuenta con más de un millón de casos asintomáticos ocultos. Esto procede del análisis que hacen a través del estudio de seroprevalencia de Sanidad, que han sido publicados en The Lancet.
En dicho informe, el citado medio subraya que se ha descubierto que en el mayor esfuerzo de Europa para identificar a las personas que han sido infectadas por el nuevo coronavirus, se detectó que un tercio de ellas no mostraban síntomas.
Sobre los resultados, los investigadores estiman que aproximadamente un millón de personas infectadas podrían haber pasado la enfermedad sin mostrar síntomas.
«Si se detecta un alto de porcentaje de personas asintomáticas es una buena noticia desde el punto de vista de la vigilancia epidemiológica realizada y del estudio de contactos llevado a cabo porque es indicativo de la buena calidad de ese sistema de vigilancia», explica Gabriel Reina, microbiólogo de la Clínica Universidad de Navarra. «No obstante, nos hace ver la gran capacidad de transmisión del virus y la importancia de tener en cuenta que cualquiera podemos ser transmisores del virus si estamos infectados», añade.
El desafío actual de la Ciencia es poder trazar un retrato robot del paciente asintomático. Actualmente, se están detectando cada vez un mayor número de personas jóvenes infectadas, con edades comprendidas entre 45 y 50 años. Para evitar el aumento de contagios es necesario llevar a cabo unas correctas medidas de protección como es el distanciamiento físico o el uso de la mascarilla.
Los pequeños gestos cuentan. «Los besos, abrazos, etc, aún con mascarilla, suponen también un riesgo de transmisión, el virus también se transmite por la conjuntiva de los ojos cuando nos frotamos o levamos nuestras manos contaminadas a ellos», advierte el virólogo.