El caso de Esther López lleva demasiados días encogiendo los corazones de muchas personas. Pero, si hay alguien que está sufriendo especialmente con la desaparición de la joven es su padre, Miguel López.
El hombre lleva más de dos semanas en una lucha desesperada por volver a ver a su hija, a estas alturas ya con una mínima esperanza de que sea con vida. Miguel ha estado en todo momento al pie del cañón, ayudando en la búsqueda de Esther.
Fue el 12 de enero cuando la joven desapareció en la localidad de Traspinedo, perteneciente a la provincia de Valladolid. Desde entonces, el padre de la joven no ha parado ni un segundo.
Desde que comenzaron ha participado en todas las batidas de búsqueda de su hija. No solo eso, sino que también ha estado al pie del cañón con los medios de comunicación.
A los pocos días de la desaparición de la joven, el caso de Esther López comenzó a ganar popularidad en la prensa. Miguel no ha dudado ni un segundo en responder todas las preguntas de los periodistas. Así lo cuenta Manuel Marlasca en un artículo para La Sexta.
"Atiende a todos los periodistas enviados a Traspinedo (Valladolid) para dar cuenta del suceso. Responde a todos y a todo" explica el periodista, que ha seguido muy de cerca todo lo relacionado con el caso.
Asegura Marlasca que el padre de Esther López se ha mostrado en todo momento "con mesura y sobriedad, sin los histrionismos habituales en estos casos, sin gritos, sin llantos, sólo con una enorme pena que se percibe hasta en sus andares".
El sufrimiento del padre de Esther López, casi tres semanas sin su hija
Y no es para menos. Hay que recordar que Miguel López lleva casi tres semanas sin saber nada de su hija y perdiendo día a día las esperanzas de encontrarla con vida. Cada nuevo detalle que sale a la luz sobre el caso hace pensar más en la posibilidad de que la joven se halle sin vida.
La chica desapareció durante la madrugada del 12 de enero. Estaba con unos amigos tomando algo en un bar, uno de ellos debía llevarla de vuelta a casa, sin embargo la noche se torció.
Al parecer, ambos tuvieron una discusión en el trayecto, y el chico dejó a Esther López cerca del restaurante La Maña, en El Romeral. Se trata del lugar en el que vive el Manitas, hasta el momento, principal sospechoso en el caso.
Es ahí donde se le perdió la pista a la chica. Su teléfono móvil emitió señal por última vez en ese punto. Desde entonces no se supo nada más de ella.
No es de extrañar, por lo tanto, que el padre de Esther López lleve todos estos días en una angustia incesante. "Miguel acude a todas las batidas, habla con los encargados de la investigación y no deja de atender a periodistas", asegura Marlasca.
Miguel López tuvo un infarto hace tres años
"Observa desde lejos cómo trabajan los perros que buscan cadáveres y sigue con atención los trabajos de los buzos de la Guardia Civil que se afanan en hallar el cuerpo de Esther bajo el agua", ha escrito también Manuel Marlasca sobre Miguel López.
Pasa, sin duda, por el peor momento de su vida, y eso que parece que la vida de este hombre no ha sido fácil. Hace tres años habría pasado por otro terrible episodio, al haber sufrido un infarto que estuvo a punto de terminar con su vida.
Pudo salir de aquello, pero, por desgracia, la vida le tenía preparado algo todavía peor. Ahora Miguel sigue luchando por hallar a su hija, Esther López, ya sea con o sin vida. Seguramente, lo único que este padre quiere ya es poder cerrar este duro capítulo de su vida.