La segunda oleada de coronavirus está cada vez más cerca. Desde el Ministerio de Sanidad se ha presentado el Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por COVID-19.
Este plan pretende ordenar las medidas y recursos disponibles en la etapa actual en la que el país se encuentra inmerso. También sirve para hacer un balance del grado de preparación de los sistemas sanitarios de cada comunidad autónoma y sus reservas de material.
Aunque en un principio la gestión seguirá en manos de las autonomías, el papel de Sanidad se irá reforzando a medida que se agrave la situación. Además, no se descarta volver a declarar el Estado de Alarma si fuese necesario.
Refuerzos sanitarios
Se espera que las comunidades autónomas refuercen sus sistemas sanitarios, desde la detección precoz en Atención Primaria hasta los recursos humanos suficientes para rastrear posibles contagios.
La intención es que no se colapse de nuevo el sistema sanitario. Desde Sanidad se admite que no todas las autonomías están totalmente preparadas. «Algunas de las acciones y respuestas que se plantean no están exactamente igual de implementadas en todas partes», aseguran fuentes del Gobierno.
Por eso se espera de las comunidades autónomas un «sistema de información para la alerta precoz 24/7/365» y «asegurar la capacidad de detectar precozmente los casos en todos los niveles asistenciales, especialmente en Atención Primaria». También afianzar «a capacidad de laboratorio» para que puedan procesarse los PCR en el menor tiempo posible y que haya una alerta precoz.
Afrontar la ‘reescalada’
Para hacer frente a una posible ‘reescalada’, el Gobierno prepara una campaña de vacunación contra la gripe estacional más extensa este año. El objetivo es vacunar al 75% de la población de más de 65 años y del personal sanitario y al 60% de las embarazadas y personas de riesgo. Con ello se tratará de evitar un mayor impacto si ambas epidemias coinciden.
Por otro lado, el plan contempla la creación de la reserva estratégica nacional de material sanitario y farmacológico. Esta medida evitará lo que pasó meses atrás. En los peores momentos de la pandemia era prácticamente imposible comprar el material necesario en los mercados internacionales.
Finalmente, hasta que exista una vacuna o tratamiento específico para el COVID-19, se hará acopio de los medicamentos que se han estado usando para tratar el virus como el Cisatracurio, Midazolam, Propofol y Dexmedetomidina.
Los lugares que más preocupan a Sanidad
El plan de respuesta temprana ante una segunda oleada de virus contempla un sistema de comunicación y de evaluación de riegos entre el ministerio y las autonomías. También incluye protocolos de actuación ante un contagio y ante brotes en diferentes escenarios.
Uno de los lugares que más preocupan son los colegios. En caso de brote sus aulas podrían volver a cerrar de forma parcial o total. Como posible alternativa al cierre total, Sanidad propone modalidades a distancia y presenciales.
Las residencias de mayores han sido muy afectadas en los últimos meses. Por eso un solo caso de coronavirus tendrá ya consideración de brote. En este caso se restringirá el acceso de visitantes y también las salidas del centro a las personas residentes.
En lo que respecta a los centros sanitarios, estos no pueden cerrarse totalmente, pero sí extremarse en ellos las medidas de precaución.
Pasos a seguir
La estrategia diseñada por Sanidad mantiene la gestión en manos de las comunidades autónomas, aunque en una coordinación reforzada con el ministerio. Este último analizará una vez a la semana las señales que emita el sistema de alerta temprana que deben poner en marcha los Gobiernos autonómicos.
En base a todo ello, Sanidad hará recomendaciones a las comunidades.
El primer escalón, que es el que se ha dado hasta ahora, implica que la comunidad autónoma afectada tome medidas. Es el caso de Galicia, País Vasco y Cataluña.
El segundo escalón se produciría en caso de que el rebrote afectase a varias comunidades autónomas. Las medidas se tomarían en coordinación con el Gobierno y el resto de gobiernos autonómicos en el Consejo Interterritorial, y serían de obligado cumplimiento en todos los territorios afectados.
Finalmente, el tercer y último escalón consistiría en volver a decretar el estado de alarma, hecho que desde Sanidad prefieren descartar por el momento.