Sanidad ha retrasado una semana la toma de decisiones sobre el documento que se quiere aprobar, de forma conjunta con las comunidades autónomas, para establecer una serie de medidas restrictivas comunes para la Semana Santa.
Las medidas comenzaron a debatirse en el Consejo Interterritorial celebrado la tarde del miércoles, 3 de marzo, pero se ha decidido retrasar su resolución una semana para acabar de valorar todas las medidas y para tomar la decisión con una semana más de datos que muestren cómo evoluciona la pandemia en España, ya que aunque ha seguido bajando la curva en las últimas semanas, el descenso es ahora mucho más lento que a finales de febrero.
Hasta ahora, las principales medidas que se sabía que se iban a debatir eran las relacionadas con la movilidad, especialmente la del confinamiento perimetral de las comunidades autónomas y la del toque de queda, ambas aprobadas con el estado de alarma actual y aplicadas en la mayoría de comunidades autónomas desde el pasado mes de noviembre sin interrupción.
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Pero un borrador de las medidas al que ha podido acceder 'La Sexta' ha revelado el resto de limitaciones y restricciones que están sobre la mesa en estos momentos y que podrían aplicarse en todo el país entre el 26 de marzo y el 9 de abril, las dos semanas en las que está la Semana Santa de este año.
Lo primero que este borrador especifica es que las comunidades autónomas no rebajen su nivel de alerta desde dos semanas antes de Semana Santa aunque su evolución epidemiológica sea positiva. Es decir, si una comunidad está el día 12 de marzo en nivel de riesgo alto por coronavirus, que ese nivel no descienda en días posteriores aunque se cumplan los criterios para hacerlo.
Confinamiento perimetral apoyado por todos, excepto Madrid
Otra medida contemplada en el borrador, y de la que sí se ha hablado ya ampliamente estos días, es el cierre perimetral de las comunidades autónomas. Sanidad pide limitar la movilidad y mantener el cierre de todas las autonomías y establece algunas excepciones reguladas por el estado de alarma, como suele ser habitual.
En este caso, y a diferencia de lo que ocurrió en Navidad, Sanidad pide a los estudiantes universitarios que no vuelvan a su domicilio familiar durante las fiestas si viven en otra comunidad autónoma.
La mayoría de autonomías está de acuerdo con este punto y la única que se ha mostrado abiertamente en contra es la Comunidad de Madrid, que pide levantar los cierres para favorecer el turismo.
Por si acaso, las comunidades vecinas, como Castilla-La Mancha, ya le han pedido al ejecutivo madrileño que no deje abierta la región, especialmente porque es la autonomía con la incidencia más alta a día de hoy —salvo Ceuta y Melilla.
Otras regiones, como las del arco mediterráneo —Cataluña, la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Murcia y Castilla-La Mancha—, ya se están coordinando para aplicar cierres en el caso que la medida no prospere por la negativa de Madrid, que mantiene un nuevo pulso con Sanidad y el Gobierno de España.
Sanidad quiere también prohibir los eventos masivos, como las procesiones u otras celebraciones típicas de estos días, algo con lo que no habría demasiado problema porque la mayoría de procesiones ya se han ido suspendiendo durante las últimas semanas.
Reuniones sociales limitadas
Otra limitación para la Semana Santa sería limitar las reuniones sociales, tanto en espacios públicos como privados, a un máximo de 4 o 6 personas por reunión, en función de la decisión de cada autonomía. Esta medida ya se aplica en algunos territorios, y de hecho en algunos todavía están prohibidas todas las reuniones en ámbito privado salvo que sean personas que convivan juntas, por lo que tampoco supondría una novedad.
Sanidad desaconseja también la celebración de reuniones de ámbito privado más allá del ámbito convivencial, aunque en este caso no sería una medida prohibitiva, sino una recomendación. Como decíamos, en algunas autonomías sí que están prohibidas específicamente estas reuniones, por lo que la medida no sería nueva.
Mantener el toque de queda más estricto
Otro punto caliente entre las medidas preparadas para Semana Santa es el toque de queda. Sanidad aboga por implementar un horario común de 22:00 horas a 06:00 horas, que es el máximo permitido por el estado de alarma y el que ha estado vigente en casi todas las comunidades para combatir la tercera ola.
En este caso, las comunidades ya han empezado a modificarlo en los últimos días gracias a la buena evolución: en Madrid se ha recuperado el horario de aplicación a las 23:00 horas y en Castilla-La Mancha se aprobó ayer retrasarlo a las 00:00 horas, por ejemplo.
El último punto del borrador es la propuesta de Sanidad de poner en marcha una estrategia de comunicación conjunta entre el ministerio y las comunidades autónomas para combatir la fatiga pandémica y que quede claro en la sociedad que el objetivo es que «no salvamos semanas, salvamos vidas».
Para muchos expertos, incluido los que asesoran a Sanidad, el de la Semana Santa podría ser el último gran esfuerzo que la población española tenga que hacer para combatir el coronavirus, pero esto dependerá en gran parte de que no llegue una cuarta ola tras las vacaciones primaverales, precisamente lo que se busca evitar con estas medidas.
Si todo se desarrolla como está previsto, Sanidad y las comunidades autónomas volverán a debatir estas medidas el próximo miércoles, y se decidirá un marco común de actuación que las autonomías deberán respetar, aunque probablemente se deje margen de actuación a los gobiernos regionales si su situación epidemiológica es mejor. Las medidas comenzarían a aplicarse a partir del 26 de marzo.