Uno de los principales objetivos de la comunidad científica desde que el coronavirus apareció, hace ahora más de un año, en China, es intentar encontrar un tratamiento que funcione y permita curar al mayor número de pacientes, y en los mejores casos, impedir que la enfermedad se agrave hasta el punto de necesitar un ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y que le conecten a un respirador.
Con la llegada de las vacunas, parece que el control de la pandemia está cada vez más cerca, pero todavía queden meses de inmunización en los que se seguirán sucediendo los contagios. Además, hay muchos países de todo el mundo que no pueden acceder de forma fácil a esas vacunas, por lo que encontrar un tratamiento para tratar a aquellos que sí se infecten con el patógeno sigue siendo crucial.
En ese sentido, el doctor Ignacio Morán Blanco, médico de Yepes, en Toledo, ha explicado que él y otros profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha han logrado dar con un tratamiento que permite salvar la vida de los pacientes y reducir al máximo el número de ingresos hospitalarios.
El doctor ha explicado que han realizado un estudio, cuyas conclusiones son que una combinación de antihistamínicos y de azitromicina en el tratamiento de pacientes con Covid-19 ha proporcionado «excelentes resultados». El doctor Morán explica que «hemos logrado que nuestros pacientes no fallezcan y que los ingresos hospitalarios sean mínimos».
Ningún fallecido en 10 meses
El médico es claro con su hallazgo: «Mis pacientes se han curado. Ahora son necesarios estudios más generalizados para que otros médicos prueben que esta combinación de fármacos es eficaz contra el Covid». Además, expone que ninguno de los medicamentos usados tiene efectos secundarios importantes, y lo más sorprendente es que los resultados empiezan a observarse unas 24 o 48 horas después de administrarlos.
Según Morán, en 24 o 48 horas los pacientes se curan, o en los casos más graves de la enfermedad, no fallecen. Y los datos de mortalidad de la Covid-19 en la localidad donde trabaja, Yepes, hablan por sí solos: Ningún fallecido en 10 meses.
El estudio se originó porque los médicos, tanto Morán como otros doctores que ejercen en el mismo centro de salud, observaron que los pacientes que habitualmente tomaban antihistamínicos para la alergia estacional se curaban mucho antes. El hecho de que la primera ola llegase entre marzo y abril, en plena primavera y época de más afectación de las alergias, probablemente aumentó las evidencias de esa observación.
Además del centro de salud, el doctor Morán también trabaja para una residencia de gente mayor de Yepes. Allí sí que fallecieron tres ancianos durante las primeras semanas de la pandemia, por lo que el doctor quiso administrar a todos los residentes antihistamínicos de forma preventiva. Los que tenían síntomas, además, recibían la azitromicina, un antibiótico que se usa habitualmente en caso de anginas, infecciones o faringitis.
El mismo proceso se siguió en otra residencia de ancianos de la zona, concretamente en la localidad de Huerta de Valdecarábanos. Y los resultados en ambos centros fueron muy sorprendentes. Cuando pasó la primera ola, se hizo tests de seroprevalencia a todos los residentes, constatando que el 100% de ellos había pasado la enfermedad, pero que muchos la pasaron sin síntomas.
Estos resultados se han publicado ya en la revista 'Pulmonary Pharmacology & Therapeutics', de Estados Unidos, bajo el título de 'Tratamiento precoz de Covid-19 en Atención Primaria con antihistamínicos y azitromicina', que concluye que si se trata a los pacientes, de forma preventiva, con antihistamínicos y azitromicina, en el caso de los sintomáticos, se puede controlar la evolución de la enfermedad y reducir la tasa de letalidad, los ingresos hospitalarios y en la UCI.
Además, el tratamiento, más allá de ser eficaz, es muy económico, por lo que piden a los sistemas de salud de los países que trabajen en promover este tratamiento en todos sus centros, ya que costaría menos de 10 euros por paciente. Esto ayudaría a descongestionar la mayoría de centros de salud y hospitales, que se encargarían de los casos más graves con más recursos disponibles para ellos y más personal.