«Hay pruebas PCR, pero no ha habido un refuerzo de la atención primaria ni la planificación ni la logística que necesitamos para poder realizar esas pruebas y hacer luego un seguimiento de estos pacientes». Esta es la dramática constatación del portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, Lorenzo Armenteros, a colación de los informes de las comunidades a Sanidad.
En las últimas horas el ministerio de Sanidad ha hecho públicos los informes que durante estas semanas le han remitido las comunidades autónomas para evaluar la situación epidemiológica en casa caso y acordar el pase de fases en la desescalada. La conclusión es que la mayoría de ellas pasó a la Fase 1 sin haber realizado ni la mitad de las pruebas a casos sospechosos.
Armenteros ha sido tajante sobre la preparación del sistema sanitario español de cara a una segunda oleada en otoño: «Si quieren que estemos preparados para eso y no vuelva a ocurrir lo sucedido deberían estar dotando ya de medios humanos y diagnósticos a la atención primaria, y esto no ha sucedido».
Otra voz autorizada como la de Salvador Tranche, de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, alerta de que no ha habido ningún tipo de refuerzo de la atención primaria ni parece que vaya a verlo: «Estamos exactamente igual que hace un mesy medio en pleno pico de la epidemia». Advierte de que sólo Baleares y Murcia han reforzado la Primaria, con un una enfermera en cada centro para labores de rastreo.
Esto es muy importante, dicen, porque ante la redefinición del caso sospechoso, que va mucho más allá de la patología respiratoria, se necesitaría poder acceder a otros medios diagnósticos para poder descartar otras enfermedades, si realmente se quiere afrontar la lucha contra el coronavirus a través de la detección precoz.
Sólo La Rioja y Galicia
Tranche señala otro problema importante: «Hay muchas autonomías que quieren empezar a contratar licenciados sin especialidad de familia para reforzar los centros, y sin embargo han dejado marchar a todos los nuevos residentes que han terminado esta semana sus años de residencia sin hacerles un contrato razonable».
Por eso cree que aunque ahora hay un bajo número de casos, «llegará el otoño y nos va a coger con la misma falta de medios humanos, de recursos materiales y falta de organización», y lamenta que desde febrero hasta ahora nada haya cambiado.
Una de las exigencias de Sanidad para cambiar de fase era la capacidad de las autonomías de realizar test para detectar positivos, aislarlos y rastrear sus contactos. Los informes remitidos por las comunidades revelan que muchas de ellas pasaron de fase sin haber realizado ni la mitad de las pruebas, sólo con la promesa de llegar a hacerlo.
Sólo La Rioja demostraba en su informe haber hecho las pruebas al 100% de los sospechosos que había en atención primaria la semana antes del cambio de fase, mientras que en Galicia se llegó a realizar el test al 90% de los casos. En el resto de las comunidades, en el mejor de los casos se llegó al 50,7%, en Andalucía, y cerca del 30% y el 40% en Aragón y el País Vasco.