El plan de desescalada creado por el Gobierno permite abrir a partir del lunes 4 de mayo sólo con servicio de comida para llevar y desde el día 11 podrán hacerlo las terrazas pero únicamente con un aforo del 30%. Dos semanas más tarde se podrá consumir dentro de los restaurantes, pero con un 50% de aforo y con medidas de seguridad y de distanciamiento específicas.
El sector de la hostelería mueve más de 300.000 establecimientos en España, que supone un 6,2% del PIB y genera el 8% del empleo, no ve positivo establecer estas medidas, pues los límites de aforo les obligan a reducir la facturación que escasos negocios (la mayoría pymes) pueden soportar.
«Es imposible mantener las cifras de empleo, por todas las incertidumbres que hay. Si tengo nueve mesas y sólo puedo usar tres... y además, ese 30% no va a facturar el 30% de lo que facturaba antes, no es proporcional», señala Simón Alfaro, un hostelero del centro de Madrid. «Este plan es inviable para el sector de la hostelería y más aún para el pequeño comercio», prosigue.
Otro hostelero, Javier García, tiene dos bares en Pozuelo y está desesperado: «No sabemos qué hacer... Si abrir o no. Tampoco sabemos si es posible saltarnos fases y pasar a la 2 (apertura del interior del local con el 50% de aforo), que sería algo más factible», explica este empresario para el diario ‘El Mundo’.
Alberto Arroyo es dueño de un local en Puertollano y también critica la medida del Gobierno: «en realidad te quitan más del 70% del negocio, porque éste no es sólo la terraza, es también el interior. Dos mesas no es el 30% de tu negocio. Abriríamos con una psicosis tremenda, sin saber cómo va a reaccionar la gente y con mucha incertidumbre. No podemos abrir precipitadamente. Es mejor esperar», asegura.
José Antonio Aparicio, presidente de la plataforma Hosteleros Plaza Mayor de Madrid y dueño de dos locales en la Plaza Mayor, expone que el coste laboral de un negocio supone el 30% del total. Es decir, que un tercio de los costes del negocio se usan para pagar a los empleados. «Si, como empresario, yo abro un tercio del local pero con todo el personal, y lo saco del ERTE y tengo que soportar esos costes, no sé cuánto tiempo podré durar abierto», explica.
Aparicio emplea a 15 trabajadores. «Con cinco personas, con el aforo establecido, puedo ir tirando, pero si tengo que incorporar a todos a la vez, el 30 de junio ya no podré pagarles», confiesa.