La violencia sigue desbocada en España, especialmente en Cataluña, donde anoche se produjo la tercera muerte violenta en una semana. En esta ocasión, un comerciante de la localidad barcelonesa de Rubí murió tras ser atacado por varias personas.
Los Mossos d'Esquadra fueron alertados alrededor de las 23:00 del viernes, 8 de octubre, sobre el incidente. Alguien llamó para avisar de que había un hombre herido en mitad de la calle.
El 112 envió a la policía catalana hacia allí, acompañados de una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Una vez allí, los sanitarios intentaron reanimar al hombre, pero acabó muriendo poco después a causa de las heridas provocadas por los ladrones.
Según los agentes, se trataría de un grupo de jóvenes que había entrado en la tienda del hombre para robar. Al parecer, los asaltantes entraron en la tienda del hombre, que cubría su horario comercial nocturno como cada noche.
En un momento determinado, los jóvenes cogieron una botella de ron y se marcharon del establecimiento sin pagar. Ante esto, el comerciante salió tras ellos hasta la calle, momento en el que los asaltantes la emprendieron a golpes con él.
La víctima presentaba varios golpes y alguna herida provocada por una arma blanca. Los jóvenes le dejaron malherido y huyeron del lugar antes de que llegase la policía.
El hombre, de origen pakistaní, intentó volver a su tienda mientras se desangraba, momento en el que otras personas le vieron y avisaron al 112. Finalmente falleció de camino al hospital.
Los Mossos d'Esquadra se han hecho cargo de la investigación y tratan de identificar a los autores del ataque. De momento se ha decretado el secreto de sumario.
Este crimen se suma a la oleada de violencia y vandalismo que recorre Catalunya, concretamente la zona de Barcelona, en las últimas semanas. Numerosos vecinos llevan tiempo quejándose de que, tras el final de restricciones nocturnas como el toque de queda, las calles ya no son seguras.
La violencia campa a sus anchas por Barcelona
Durante los últimos fines de semana se han multiplicado las imágenes de varias ciudades catalanas hasta arriba de jóvenes y de botellones. Pero no toda la violencia de estos días tiene que ver precisamente con estas situaciones.
En la última semana se han producido tres muertes violentas en Cataluña, lo que la convierten en una de las más negras que se recuerdan. Con la de esta noche en Rubí, son cuatro muertes en apenas siete días.
A principios de esta semana, unos ladrones agredieron a dos hombres en la localidad de Navarcles, en Barcelona. Al parecer, los asaltantes querían robarles la marihuana que tenían en casa.
Las víctimas eran dos hermanos que vivían juntos y que escucharon ruidos en el exterior. Salieron para ver qué pasaba y se encontraron de lleno con varios ladrones que les golpearon con palos y herramientas de jardinería.
Los dos hombres quedaron heridos en estado grave y los asaltantes huyeron antes de que llegase la policía. Afortunadamente, una de las víctimas recibió el alta hospitalaria horas después de los hechos, pero su hermano no corrió su misma suerte. Murió durante la mañana del viernes a causa de las heridas.
El miércoles por la noche la violencia se trasladó al barrio del Raval de Barcelona. Allí, un hombre apuñaló a otro en plena calle durante una pelea originada probablemente por consumo y tráfico de drogas. Horas después del crimen, los Mossos pudieron detener al autor del apuñalamiento, que pasó a disposición judicial.
No muy lejos de allí, en el barrio de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat, otro hombre fue agredido en plena calle. El agresor, que ya ha sido identificado y detenido por la Policía, golpeó a su víctima repetidamente hasta dejarle en un estado de muerte cerebral. La víctima está a la espera de que se le desconecte y se certifique su muerte.