Daniel Grant Smith mató de una manera muy brutal a su novia Imogen Bohajczuk. Le asestó varias puñaladas para acabar escribiendo sobre ella la frase: "Fui yo". Los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo en Oldham, una ciudad próxima a Manchester.
Acaba de ser condenado a una pena de prisión de 17 años y medio, como recoge el Manchester Evening. El hombre, de 41 años, llevaba un tiempo saliendo con la víctima, de 29 años.
Según lo escuchado durante el juicio, la relación entre ellos estuvo salpicada por la violencia y el alcohol. El pasado 19 de febrero él le golpeó con dureza y le atacó con un cuchillo de cocina. Le asestó varias puñaladas mortales, dos de las cuales llegaron a alcanzar los huesos.
Sin lugar a dudas, se trató de un crimen muy violento que conmocionó a la ciudad durante muchas semanas.
Montó un espectáculo macabro para matar a su novia
No se conformó con acabar con la vida de la joven. Una vez que la asesinó la arrastró hasta su dormitorio. Allí la colocó sobre la cama, junto a un peluche y a un frasco de perfume.
Acabó escribiendo en una de sus piernas la frase: "He sido yo". Para ello empleó un pintauñas rojo. Montó en cuestión de minutos una escena macabra.
Lo siguiente que hizo fue sustraerle el móvil y la tarjeta del banco. Aprovechó para hacer varias llamadas con el dispositivo y sacó todo el dinero de la cuenta para gastarlo en alcohol. El efectivo le duró dos semanas.
El cuerpo de la asesinada tardó un par de semanas en encontrarse, en concreto el 5 de marzo. La encargada de alertar a las autoridades fue una trabajadora social. Contactó varias veces por teléfono con ella, pero nunca recibía respuesta, lo que hizo que se preocupara por su estado.
Cuando entró en el domicilio la policía se encontró con una escena poco habitual. Imogen permanecía tumbada en la cama y su "cuerpo había sido arreglado como si fuera un espectáculo". Así lo desveló uno de los agentes el día del juicio.
Explicó que "tenía los brazos cruzados y parecía sujetar un frasco de perfume. Las piernas, cruzadas a la altura de las rodillas". Cuando se analizó más a fondo el cuerpo de la víctima se descubrió que estaba embadurnado con esmalte de uñas.
Tras matarla con violencia, aprovechó para escribir sobre ella el mensaje: "Fui yo". Los informes forenses confirmaron que la chica había estado "muerta durante algún tiempo". Presentaba hematomas en varias partes del cuerpo, como mandíbula, cuello, cara y cuero cabelludo.
Esto podía ser un indicativo de que intentó estrangularle. También presentaba múltiples puñaladas, incluida una que seccionó su arteria carótida. Otra consiguió separarle una costilla y perforarle el pulmón.
Se apreció que la había matado con gran violencia y ensañamiento. Cuando detuvieron a Daniel Grant le hallaron el móvil de la víctima y su tarjeta de crédito. Había sacado dinero del banco en 38 ocasiones, dejándola en números rojos.
Se trataba de un viejo conocido de la policía. Acumulaba casi una treintena de delitos, entre robos, agresiones y secuestro. Durante la primera vista ya se había declarado culpable del asesinato.
Ahora la justicia ha querido que el asesino pase el resto de sus días entre rejas. Se trata de una condena que se cumplirá, al menos, durante los próximos 17 años y medio.
Este violento suceso ha provocado una gran conmoción en Manchester. Nadie dudaba de que Grant había sido el responsable del asesinato, pero los tribunales se han encargado de confirmarlo. En vista de esto, tardará aún unos cuantos años en salir de la cárcel.