Agente de la Guardia Civil ante la avalancha migratoria en Ceuta

Marruecos vuelve a tensar la cuerda con España en sus fronteras

Hace unos días que ha cesado el retorno de los 1.000 inmigrantes que aún están en Ceuta tras la avalancha de hace quince días

Tan solo hace quince días que se produjo en Ceuta un acontecimiento que hizo saltar las alarmas políticas y diplomáticas en nuestro país: la ciudad autónoma recibió una avalancha de más de 8.000 inmigrantes que cruzaron la valla que separa España de Marruecos. Lo hicieron ante la pasividad expresa de las autoridades marroquíes, que incluso les alentaban a hacerlo, en una estrategia de presión del reino de Marruecos a España. La monarquía alauí había mostrado su profundo malestar ante el hecho de que España ha acogido y está tratando en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Gali.

Se trata del cabecilla del movimiento de defensa de la soberanía política del Sáhara Occidental, considerado uno de los mayores enemigos del Reino de Marruecos. La posición de España, de protección de Gali —enfermo de coronavirus y también de un cáncer— indignó a Marruecos, que optó por presionar a España por la vía de la diplomacia y la política, con una avalancha de 8.000 inmigrantes que puso en tensión social a Ceuta y a España entera y que requirió refuerzos para las fuerzas de seguidad presentes en la ciudad autónoma.

Marruecos bloquea el retorno de inmigrantes desde Ceuta

Días más tarde, a partir del 19 de mayo, Marruecos puso fin a su medida de presión esperando alguna reacción por parte de España que pudiera considerarse un gesto para aproximar posiciones. Ante ello, el reino marroquí se ha vuelto a poner en guardia y tensa de nuevo la cuerda de sus relaciones con nuestro país. Hasta la semana pasada, Marruecos facilitó la devolución de los inmigrantes llegados a Ceuta por parte de España, pero ya hace unos días que estas facilidades han cesado. Aunque Marruecos continúa aceptando los retornos voluntarios, lo cierto es que aquellos inmigrantes que querían volver ya lo han hecho y que ahora querdan entre 700 y 1.000 marroquíes adultos y más 1.000 menores en Ceuta sin identificar, que no quieren volver y cuyo retorno es muy complicado sin la colaboración de las autoridades de Marruecos.

Las devoluciones marcharon bien y con la colaboración de Marruecos hasta el pasado miércoles, 26 de mayo, cuando comenzaron los obstáculos por parte del país vecino.  De esta forma, se puso freno a retornos voluntarios, se comenzaron a no aceptar reagrupamientos familiares en Marruecos y, en definitiva, a dejar de facilitar las devoluciones como sí había ocurrido en los días previos con centenares de personas. 

Temor por lo que pueda pasar en los próximos días

El movimiento de Marruecos es claro: ejerce una nueva maniobra de presión sobre España para que nuestro país deje de «proteger» —según el criterio marroquí— al líder del Frente Polisario, Brahim Gali. ¿Qué ocurrirá si España no da su brazo a torcer? Es imprevisible, pero para nada se puede descartar que Marruecos ejerza una nueva maniobra de presión en forma de avalancha migratoria, explotando la situación de crisis política y diplomática entre ambos países. Ya ahora la situación es muy tensa: Ceuta y sus autoridades se encuentran desbordadas ante la gran cantidad de inmigrantes presentes en las calles de la ciudad autónoma.

A ello se suma el hecho de que la Policía Nacional se queja de la falta de espacios para custodiar a inmigrantes y tramitar expedientes de expulsión. Además, no hay recursos para realizar tests anticovid a estas personas ni mucho menos para aislar a aquellas que den positivo, algo que iba a cargo de Ceuta pero que, ante el desbordamiento de la situación, la ciudad autónoma tampoco puede responder. Dos semanas después de la avalancha, pues, la sitaución vuelve a ponerse negra en Ceuta y crece el temor sobre lo que pueda ocurrir en los próximos días en la ciudad autónoma.