Seis meses después del cierre de fronteras de Marruecos con España en Ceuta y Melilla sigue el bloqueo y así permanecerá al menos durante todo el 2020, según ha anunciado Rabat. El gobierno marroquí utiliza así la crisis del coronavirus para acabar con el transporte de mercancías, pero también para imponer una serie de condiciones a España.
El problema no es menor. El cierre de fronteras el 12 de marzo, que ya se venía gestando de mucho antes pero que se precipitó por el Covid-19, ha dejado atrapadas a miles de personas a un lado y otro y ha acabado por hundir a la economía local.
Con esa decisión miles de porteadoras y de trabajadores transfronterizos se han quedado sin trabajo, y se ha resentido también el comercio local en una economía castigada por el paro, que sigue creciendo, y la falta de mano de obra que se agrava con la prohibición de entrada y salida. Ahora esperan que los dos gobiernos se pongan a negociar para reabrir las fronteras.
Pero no parece algo tan sencillo. Marruecos quiere poner fin al porteo de mercancías, regular la entrada de turistas y terminar con el pase de migrantes por las vallas. El nuevo acuerdo se podría cerrar pronto dentro del marco de seguridad pactado en 2019 entre ambos gobiernos, pero además, el gobierno marroquí quiere poner 5 duras condiciones a España.
1. Un sólo paso fronterizo
Marruecos pedirá un sólo paso fronterizo en Ceuta y Melilla para ciudadanos y turistas en el país magrebí que quieran visitar las ciudades, para trabajadores marroquíes residentes y con contrato y para residentes en las zonas vecinas a ambas poblaciones españolas.
La única entrada en Melilla será Beni Ensar, y en Ceuta el Tarajal I, mientras que las entradas por Farjana, Barrio Chino y Mariguari seguirán cerradas. Además se pondrá fin a la Operación Paso del Estrecho que se llevaba haciendo muchos años para entrar en coche a Marruecos, y las únicas entradas a partir de ahora serán en avión o en barco.
2. Fin a la aduana comercial
Desde el 1 de agosto de 2018 no se pueden pasar más mercancías por las fronteras terrestres, y el nuevo modelo prevé una aduana portuaria de exportación e importación de productos por los puertos de Tánger Med y Beni Ensar. En 2021 se pondrá en marcha el puerto Nador Med, dejando Beni Ensar como un puerto pesquero y gran terminar de recepción de transatlánticos.
3. Se acabó el porteo
Los porteadores que transportan mercancía a las espaldas a un lado y otro de la frontera esperan con ansiedad que vuelvan a abrir el paso, ya que esa es su única fuente de riqueza de la que viven miles de familias en Ceuta y Melilla.
Sin embargo, las autoridades marroquíes han dejado claro que ese tipo de negocio ya no volverá a existir porque a partir de ahora se les va a prohibir el paso. Por ahora se están construyendo polígonos y una zona franca con empresas para absorber esa mano de obra, y se darán microcréditos para ayudar a los que se hayan quedado sin trabajo.
4. Regulación laboral
En las negociaciones entre gobiernos de Marruecos y España se abordará la regulación de miles de personas que trabajan en las ciudades autónomas sin un estatus laboral claro. Es el caso de las mujeres marroquíes que trabajan en casas de españoles sin regulación, y que suelen hacer horas extras sin pagar o acaban sin derecho a jubilación.
5. Control de flujo migratorio
Marruecos se compromete con España a controlar la migración a través de las vallas en Ceuta y Melilla, pero no garantiza que pueda frenar su acceso a los peñones en embarcaciones o a nado. En las últimas conversaciones, Rabat se ha comprometido a doblar la vigilancia con más puestos de control, pero este sigue siendo uno de los principales puntos de disputa entre ambos territorios.