Mariano García Calatayud, el español residente en Ucrania y arrestado el pasado sábado por las tropas rusas, vuelve a estar en libertad. Las autoridades ucranianas confirmaron hace unas horas su liberación.
"El conocido voluntario Mario (nombre con el que se le identifica allí) está libre. Gracias a todos los que participaron", escribió en su muro de Facebook el activista de Jersón Vitalia Bogdanov. "Los invasores se vieron sorprendidos por una llamada desde el extranjero de la Cruz Roja y ahora Mario se encuentra a salvo", señaló.
Mariano, de 73 años, es un funcionario jubilado natural de Valencia. Hace siete años decidió hacer las maletas y desplazarse a Ucrania para prestar labores humanitarias. Una vez allí optó por quedarse y emprender una nueva vida.
En los últimos días, su familia y amigos trataron de hacer todo lo posible para que regresara a España. Sin embargo, él no estaba dispuesto a volver. Su propósito era continuar en la zona de conflicto aportando su ayuda.
Algunos de sus amigos en España fueron los encargados de dar la voz de alarma. Les había llegado la información de que la policía rusa le había detenido. Se encontraba en una concentración demandando el final del conflicto.
Incluso algunos se ponían en lo peor y ya contaban con no volver a verlo nunca más. Durante este tiempo, el Ministerio de Exteriores se volcó en su búsqueda y liberación. Fuentes diplomáticas señalaban hace unos días que "nuestra embajada en Kiev están siguiendo atentamente este caso".
Trataban de investigar "cuál es su paradero" para aclarar su situación y "permanecen en contacto con su familia", señalaban. Los medios de comunicación de la región de Jersón y activistas le presentaban como voluntario en contra de la ofensiva rusa.
Fuentes diplomáticas habían señalado que Mariano García fue uno de los españoles que rechazó ser evacuado. Al comienzo de la invasión habían puesto a disposición de los ciudadanos unos convoyes para salir de la zona.
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Sin embargo, este jubilado valenciano estaba empeñado en seguir como voluntario en el país. También mostró su disposición a empuñar un arma si fuera necesario para defender al estado que le acogió.
Su hermana había hablado con él el jueves de la semana pasada. Trató de convencerle para que retornara a España. "Le dije que viniera, que volviera aquí, que con el peligro que hay...", señalaba.
La respuesta que recibió de su parte es que "de momento no, que estaba ayudando y no pensaba irse", aseguró a la televisión À Punt.
Siente una especial pasión por Ucrania. Siempre recuerda que su padre le enseñó la necesidad de colaborar con los más débiles. También tiene en mente el ejemplo de solidaridad que dio este pueblo acogiendo a miles de niños durante la Guerra Civil española.
Mariano García vive en una de las ciudades controladas por Rusia
Se dio la casualidad de que Mariano García Calatayud vive en Jersón, una localidad que fue de las primeras en caer en manos de Rusia. Al igual que ocurre con Mariúpol, se encuentran al borde de la catástrofe, sin suministros y sin alimentos.
Mientras tanto, la guerra cumple ya su primer mes. Las autoridades locales han cifrado en 120 el número de niños muertos en el país debido a la invasión rusa. El número de civiles que han perdido la vida se eleva a 700, mientras que los refugiados son 3,5 millones.
Se trata del mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial. Pese a las cinco reuniones mantenidas entre los representantes de ambos estados, el conflicto sigue estando muy vivo. Las rondas negociadoras no han tenido el resultado deseado.
Por suerte, Mariano García lo ha podido contar. Pero son muchas las personas que han fallecido en este conflicto en Ucrania.