Fernando Simón es uno de los rostros más conocidos desde que se decretó la pandemia por coronavirus a nivel mundial. El conocido director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad regresa a su domicilio al final de cada jornada de trabajo, con su mujer, la investigadora y periodista María Romay. Poco se conoce de ella, pero ‘El Español’ ha destapado que ha padecido una triste historia familiar.
María Carlota Romay Barja de Quiroga, es una periodista gallega que llegó al ámbito de la ciencia casi por casualidad. Pero tras haber realizado varios voluntariados decidió especializarse en Políticas y Planificación para el Desarrollo y posteriormente se doctoró en Epidemiología y Salud Pública.
Así, la doctora Romay llegó a cursar los estudios en Madrid y, pese a ser norteña toda su familia, es familiar del que fuese ministro de Sanidad del primer Gobierno que formó José María Aznar (1996-2000), José Manuel Romay Beccaría. Además de ministro José Manuel Romay también fue conselleiro de Sanidad o Agricultura, diputado y presidente de la Diputación de A Coruña.
El drama de la familia de María Romay
Uno de los dramas familiares de María Romay lo tuvo que vivir ya desde pequeña, cuando en 1969 fallecía en acto de servicio su padre, el Capitán de la Fuerzas Armadas, Carlos Romay Custodio. Así, su madre, María Josefa Barja Quiroga tomó muy pronto una importancia crucial en su vida.
Es por eso que María Romay le dedicó su tesis doctoral mediante unos versos de Goytisolo empleados en ‘Palabras para Julia’: «Nunca te entregues, ni te apartes, / junto al camino, nunca digas / no puedo más y aquí me quedo, / y aquí me quedo».
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Las experiencias internacionales de María Romay
Al principio de los años ‘90 dio el salto a nivel internacional. A través de la asociación Medicus Mundi en Burundi. Según publica ‘El Español’, cuando María va a Burundi, donde estuco también Fernando Simón, ambos estaban solteros.
Mientras Fernando se encargaba del ámbito de la medicina en el pueblo de Ntita, María se encontraba desarrollando una actividad de Educación para la Salud. Poco después, tan solo un año, María regresaba a España, más concretamente a Madrid.
Pese a regresar a España, no dejó de lado las necesidades del tercer mundo, y durante un año estuvo trabajando en una asesoría de integración de ciudadanos africanos. Pese a ello, el destino la llevaría a otro lado un año después.
El país que la acogió en ese caso fue Kenia, de la mano de Médicos sin Fronteras, donde María se dedicó a realizar, entre otras funciones, encuentras nutricionales a la población de Garissa. Más tarde pasó a Johar (Somalia), donde ayudó en la rehabilitación de los servicios básicos de la salud del territorio. Además, también pasó por La Habana durante unos meses posteriormente.
Ya en el año 1993 pasó a la capital británica y poco después fue a Swansea. Pese a desarrollar un muy buen inglés y desarrollar su máster, pasó después a Mozambique y Guatemala. Diez años después, ya casada con Fernando Simón, regresó a España con sus tres hijos.
Gracias a los estudios de María, que se especializó en Enfermedades de carácter Tropical, pudo hacerse un hueco en el Instituto de Salud de Carlos III. Desde el año 2007 se ha labrado una carrera, llevando a cabo distintas funciones, entre las que hay de docente como de investigadora.