La vida de María Lamas Tizón se ha visto truncada prematuramente por un fatídico accidente de tráfico que ha conmocionado a toda Galicia.
Los vecinos de Vigo y Redondela no dan crédito a la inesperada pérdida de la joven de tan solo 30 años de edad.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría en toda la provincia de Pontevedra, pero ha sido especialmente dolorosa para sus compañeros de trabajo.
La plantilla de trabajadores de las residencias Doral de Mos y Vigo continúan sin asimilar la triste pérdida de una de sus compañeras más queridas.
"Estamos impactados. Cuando nos llamaron para avisarnos de que María había fallecido en el accidente no podíamos creerlo. Esperábamos que no fuera verdad", cuenta el director de la residencia, Manuel Añón, al periódico La Voz de Galicia.
El fatídico accidente de tráfico que ha acabado con la vida de María Lamas
En el día de hoy, todos lloran la muerte de la trabajadora social fallecida este pasado sábado en un accidente de moto ocurrido en Ponteareas a plena luz del día.
Eran las 17.30 de la tarde cuando la joven y su novio, a bordo de una moto Yamaha, colisionaban contra un vehículo Fiat dispuesto a hacer un giro en la N-120.
Concretamente, el accidente se produjo en uno de los puntos conflictivos establecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), en el kilómetro 646 de la N-120, a la altura de Ponteareas.
Tras el fuerte impacto, María perdió la vida de forma súbita. Los servicios de emergencias se desplazaron inmediatamente hasta el lugar de los hechos, pero no pudieron hacer nada por salvarla.
El novio de la joven, por su parte, si pudo ser trasladado con vida al hospital y permanece ingresado con heridas graves.
En definitiva, estamos ante un trágico suceso que se ha llevado demasiado pronto a una mujer fuerte y valiente que ha luchado por mejorar la vida de las personas más vulnerables.
Galicia llora la muerte de María, una joven trabajadora social de 30 años de edad
Como trabajadora social del centro para mayores Doral, María era una joven completamente entregada a sus pacientes.
Responsable, atenta y comprometida con todas las personas a las que atendía a diario. Especialmente aquellas que requerían una mayor atención por su edad avanzada o su diversidad funcional.
"Además de con las personas mayores, María trabajaba con el colectivo de las personas con discapacidad física e intelectual, de 16 a 60 años. Con ellos simpatizaba especialmente y nos va a ser aún más complicado explicarles a ellos qué es lo que ha pasado", relata el director de la residencia.
María llevaba ya más de 5 años trabajando con ellos en el centro de mayores. Una trayectoria profesional que la propia joven reflejaba en su perfil de Linkedin, donde también ha quedado latente su deseo por exprimir al máximo sus vocaciones.
Tras estudiar piano durante 11 años en el Conservatorio Coppelia de Vigo y como gran aficionada a la música, María había decidido realizar un Máster en Musicoterapia.
Los conocimientos adquiridos le permitieron ejercer su doble profesión en Doral, donde ejercía como trabajadora social y como musicoterapeuta.
Pero más allá de su alabada faceta profesional, la joven fallecida era una enorme alegría para sus compañeros de trabajo. Una persona cuya sonrisa siempre recordarán aquellos que la conocieron.
"De María, tenemos que destacar su sonrisa y su afán de entrega, siempre pendiente de poder ayudar a los demás. Era una gran compañera y su compromiso, entrega y dedicación era constante en el día a día. Su sonrisa es lo que más la caracterizaba. Su sonrisa siempre va a estar con nosotros", recuerda el responsable del centro a La Voz de Galicia.