Los Mossos d’Esquadra siguen con la investigación sobre el hallazgo de una mujer muerta en un contenedor, hace una semana. Los agentes encontraron los restos en un contenedor del municipio de La Granada en el Alt Penedès (Barcelona). El hermano de la víctima sigue en la cárcel como presunto homicida.
María del Carmen Ortiz Molina llevaba desaparecida desde diciembre. Dos días antes del hallazgo, su hermano denunció la desaparición y la policía empezó a sospechar de su autoría. Sus sospechas se confirmaron cuando el varón condujo a los agentes hasta la localización del cuerpo.
Pero lejos de confesar los hechos, el detenido sostiene que es inocente y que no tiene nada que ver con el crimen. Incluso ha llegado a inventarse una excusa de lo más retorcida, en su declaración ante la policía y el juez en las últimas horas. Ni los agentes ni el magistrado creen su versión llena de contradicciones.
El relato del detenido
El hombre encarcelado por el presunto homicidio de su hermana sostiene que confundió los restos de la mujer por las del perro que vivía con ella. Según explicó, al hallarlo muerto lo cargó en el coche y se deshizo de los restos de camino al trabajo. Así lo ha relatado en una explicación del todo inconexa.
María del Carmen Ortiz Molina desapareció el pasado mes de diciembre en Sant Sadurní d’Anoia. Apareció descuartizada y en bolsas de plástico en un contenedor de La Granada, a 5 kilómetros. Los agentes trabajan con la hipótesis de que fue asesinada en su propia casa y arrojada en un depósito.
El hombre ha declarado haber confundido a la mujer muerta con un perro aunque admitía que los restos podrían ser de una persona. En ningún momento ha admitido ser el autor de la muerte que los agentes investigan como un crimen. Con las pruebas recabadas, han establecido una primera hipótesis.
La cortó a pedazos
Los investigadores creen que el detenido mató a su hermana hace días en el domicilio de ella, en el número 23 del pasaje Terol de Sant Sadurní. El hombre escondió el cuerpo de María del Carmen bajo la cama, hasta que algunos días después decidió deshacerse de él. Eso habría ocurrido cuatro días antes del hallazgo.
El presunto homicida habría la habría cortado a pedazos y los habría metido en una bolsa. Después los habría abandonado en unos contenedores cercanos a la estación de tren de La Granada, junto a la carretera que une Sant Sadurní con Vilafranca del Penedès. El presunto homicida es vecino de Vilafranca.
Por lo tanto, las ubicaciones coinciden con la principal teoría de la policía. El detenido habría matado a su hermana en el piso de esta, y habría abandonado los restos de camino a su casa. Ahora siguen recabando pruebas que refuercen la incriminación del arrestado y demuestren su culpabilidad.
Desaparecida desde diciembre
El entorno de la víctima confirma que María del Carmen llevaba desaparecida desde el mes de diciembre. Su hermano y presunto homicida habría denunciado la desaparición dos días antes de ser detenido. Al ser interrogado contó a los agentes que confundió los restos humanos con los de un animal.
Pero el cadáver de la mujer presentaba signos evidentes de violencia, lo cual ha motivado que se investigue como un crimen. El avanzado estado de descomposición ha impedido conocer la causa de la muerte y la fecha exacta. Creen que entre el crimen y el hallazgo de los restos podrían haber pasado varias semanas.
María del Carmen vivía sola con su perro en el pasaje Terol de Sant Sadurní, justo encima del bar que había regentado. Ella y su familia son muy conocidos en el barrio, y actualmente no trabajaba. Hacía pocos meses que la habían operado de una rodilla, así que estaba en situación de convalecencia.
Así lo pillaron
María del Carmen Ortiz Molina tenía poco más de 60 años y formaba parte de una familia de seis hermanos, tres chicos y tres chicas. La policía científica ha estado toda la semana recabando evidencias en la vivienda unifamiliar de dos pisos donde vivía. Los vecinos no la veían desde hacía semanas, aseguran.
El detenido se presentó hace unos días en comisaría denunciando la desaparición de María del Carmen, su hermana. Los Mossos le pidieron que aportara más detalles y una foto de la desaparecida, tras lo cual él pidió tiempo. Argumentó que tenía que ir a casa de ella para dar de comer a los perros.
Al día siguiente se presentó con la historia de que había ido a casa de su hermana y había encontrado al perro muerto. Los agentes le pidieron que les llevara al contenedor donde había tirado los restos, y al llegar descubrieron la triste realidad. El hombre quedó detenido, aunque sigue sosteniendo su inocencia.