María Paz Fuentes Fernández ha dejado a todos sus vecinos y familiares con la boca abierta tras su muerte. La mujer quiso que en su último adiós se siguiera al pie de la letra su última voluntad. Así las cosas, decidió reflejar en su esquela un mensaje muy claro y una lista de aquellas personas que tienen su visto bueno para acudir a su entierro.
La esquela que garantiza el pase al entierro de María
No han sido pocas las veces en las que una esquela se ha convertido en el último mensaje del difunto para algunos de sus seres queridos. Sin ir más lejos, hace unos meses era Antonio el que decidía dejar unas últimas palabras a los familiares que no le prestaron atención. "Hermanos y familia que no se han preocupado en todos estos años, que no se molesten en venir", se publicó en su esquela.
Siguiendo su ejemplo, Mari, una vecina de Lugo hacía lo propio de una manera muy original. Son muchas las personas que se quejan de no recibir el cuidado o interés de los suyos.
En algunas ocasiones, esta dejadez familiar se traduce con la intención de desheredar a los hijos. En otras, como es el caso que nos ocupa, simplemente la persona fallecida les prohíbe la entrada a su funeral.
María tenía muy claro que en el momento de su último adiós, solo quería tener cerca a la gente que verdaderamente se interesó por ella. Así lo dejó plasmado en la esquela que el diario El Progreso publicó tras su fallecimiento.
En ellas, nombra específicamente quienes pueden acudir y excluye de su entierro a su familia más cercana. Sin duda, un golpe en toda regla para aquellos allegados a los que María deja en evidencia al no mencionarlos.
El último deseo de María: "Que sigan tan lejos como estuvieron"
Solo quince personas, con sus nombres y apellidos, son los que Mari permitió que acudieran a su entierro. Un reducido grupo de personas que fueron para ella mucho más que amigos y que demuestran la forma original de Mari Paz de entender la vida.
"Siguiendo mis principios y mi particular manera de decir las cosas, dispongo que, ya que hace mucho que mi familia no es de sangre", comienza diciendo. "Impongo mi última voluntad para que solo se deje asistir a mi funeral, en el tanatorio, iglesia y cementerio a las personas que menciono a continuación", señala la mujer.
Seguidamente, la fallecida enumera a los afortunados que cuentan con su visto bueno, pero la gracia y buen humor de la mujer no terminan ahí. Como último anhelo, le dedica unas palabras a los que nunca la tuvieron en cuenta. "Al resto de gente que jamás se preocupó por mí, les deseo que sigan tan lejos como estuvieron", sentencia.
Como era de esperar, la esquela de María Paz Fuentes Fernández se ha convertido en viral. Las redes sociales se han hecho eco de ella y no ha tardado en generarse el debate. Mientras algunos usuarios la califican de "rencorosa e infeliz", otros aseguran que es "una desgracia" que haya tenido que dejar las cosas así.
Pero la opinión que más ha sido aplaudida es que la mujer ha sido muy valiente y ha sabido como nadie gestionar su último adiós. Y es que a nadie más que a ella le interesaba tener cerca a quienes de verdad lamentan su muerte y quienes siempre estuvieron a su lado.
En la conciencia de cada uno quedarán las razones que motivaron que Mari Paz no les diera permiso para acudir a su funeral.