La científica Margarita del Val se ha convertido en una de las voces expertas de la pandemia en España. La viróloga del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es muy habitual en entrevistas y declaraciones en los distintos medios de comunicación, y parte de la población ya la ve como alguien a tener en cuenta a la hora de prever qué pasará en España en las próximas semanas o meses.
En ese sentido, del Val ha querido hacer referencia a cómo será la Semana Santa en España, y de paso, a qué situación podríamos llegar en verano, en medio de un clima de esperanza sobre la mejora de la situación epidemiológica del último mes.
En una entrevista en 'Liarla Pardo' de La Sexta, la científica ha querido responder a unas declaraciones de Fernando Simón sobre las manifestaciones del 8-M y los pasos de Semana Santa, cuando los periodistas preguntaron al doctor qué diferencia había para permitir unas y no las otras.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) explicó que son situaciones distintas porque las manifestaciones son al aire libre, y si se mantiene la distancia de seguridad y se evitan aglomeraciones, no son espacios excesivamente problemáticos en cuanto a la posibilidad de transmitir el coronavirus.
En cambio, los pasos de Semana Santa son levantados por varias personas, a veces superando la docena, bajo una figura que puede llegar a pesar más de 2.000 kg y en un espacio casi sin ventilación, con el añadido del esfuerzo físico que hacen los costaleros y que hace que exhalen más aerosoles. Además, la población suele aglomerarse para verlas pasar, lo que aumenta el riesgo de contagio.
Para Margarita del Val, Fernando Simón tiene parte de razón en su argumentario, ya que es cierto que «efectivamente, son dos circunstancias muy distintas» porque «en una se comparte el aire» y en la otra no, pero no ha querido juzgar el grueso de sus declaraciones porque, según dice, no tiene los datos que manejaba Simón en la rueda de prensa.
A pesar de todo esto, la científica ha pedido «hacer un cierto esfuerzo» de cara a la Semana Santa, independientemente de cómo esté la situación en ese momento, y ha recordado lo ocurrido el verano pasado en contraposición de las semanas previas a Navidad.
Margarita del Val ve «mejor el verano»
En 2020, España estuvo dos meses confinada sin poder salir de casa más que para lo esencial, con un confinamiento domiciliario que fue seguido a rajatabla por casi toda la población. Sanidad preparó entonces un plan de desescalada por fases que se extendió en el tiempo durante casi dos meses más, dando por finalizado el estado de alarma el 21 de junio.
Solamente cuatro días después, el 25 de junio, España tenía una incidencia acumulada de 7,74 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas, la más baja desde que empezó la pandemia. Desde entonces, y a lo largo del verano, la incidencia fue subiendo, aunque lentamente y de forma progresiva, hasta alcanzar la segunda ola entre septiembre y octubre.
En noviembre y diciembre, en cambio, se optó por una desescalada más rápida que llevó incluso a flexibilizar muchas medidas para Navidad. El 10 de diciembre, España tenía una incidencia de 188,72 casos, la más baja desde agosto, pero a partir del día 11 empezó a subir como consecuencia de las medidas más relajadas.
Desde entonces, y hasta finales de enero, la incidencia se disparó. Se partía de una incidencia mucho más alta que en verano, por lo que su progresión fue mucho más expansiva. Y este es el error que los científicos llevan semanas pidiendo que no se repita para Semana Santa.
La incidencia acumulada en España del pasado viernes, 26 de febrero, era de 193 casos, cifra muy parecida a la del 10 de diciembre, que marcó la cifra más baja de la segunda y la tercera ola. Si la desescalada se acelera pensando en la Semana Santa, se corre el riesgo de que este índice vuelva a subir, y por lo tanto, el país viva una cuarta ola tras las vacaciones.
Margarita del Val cree que no vale la pena arriesgar todo lo andado hasta ahora y cree que «si ganamos dos meses es importante», especialmente ahora que contamos con las vacunas. Actualmente, solo el 3% de las personas mayores de 65 años están vacunadas, que son precisamente el colectivo más vulnerable, así que la científica asegura que «les tenemos que dar tiempo».
Así, la viróloga del CSIC no cree que podamos disfrutar de la Semana Santa igual que disfrutamos la Navidad o el verano anterior, pero sí que ha dejado unas palabras para la esperanza: «Veo mucho mejor el verano».
Si la vacunación sigue su proceso e incluso aumenta la velocidad con la llegada de nuevas vacunas, y las medidas permiten que la incidencia siga bajando, es posible llegar al verano con unos datos parecidos a los del año anterior, lo que permitiría levantar de forma segura algunas restricciones, como las de movilidad, y que la sociedad empiece a volver a una cierta normalidad.