Fotos del personaje

Manel, el español que se durmió con 22 años y despertó con 58: 'No soy yo'

Quedó en coma vegetativo tras una grave caída y despertó 35 años después sin saber nada

La última vez que Manel tuvo conciencia, Adolfo Suárez era presidente del Gobierno y en la radio sonaban Camilo Sesto y los Bee Gees. Al abrir de nuevo los ojos, 35 años después, el país tenía como presidente a Mariano Rajoy y los españoles bailaban al ritmo de Shakira y Pitbull. Esta es la increíble historia de Manel Monteagudo.

Parece sacada de una película, pero es real. Manel sufrió en 1979 un accidente que le dejó en estado vegetativo, y contra todo pronóstico despertó 35 años después. Cuando ocurrió todo tenía 22 años, y despertó con 58 en una realidad completamente diferente.

El accidente que cambió su vida

Manel Monteagudo comenzó a trabajar de marinero con 14 años, primer en el sur de África y luego en la Marina Mercante Española. A los 17 se trasladó a Alemania en busca de mejores perspectivas. Fue allí donde su vida dio un giro dramático que se cerró más de tres décadas después.

Montaje con foto del personaje
El marino tuvo un accidente y entró en coma profundo | La Noticia Digital

Sucedió el 28 de febrero de 1979, el día que Manel iba a cumplir 23 años. Enrolado en un mercante alemán, salió del puerto de Bremen y tuvo un accidente a su paso por Irak. El marino cayó de una altura de seis metros, se golpeó la cabeza y entró en coma profundo que le dejó en estado vegetativo. 

Primero estuvo internado en un hospital iraquí, hasta que fue trasladado a un centro médico de La Coruña y luego a su casa. Su novia de entonces, Conchi, se dedicó a su cuidado de forma fiel y entregada. Hoy es su esposa, y ha asistido con emoción al milagro de su recuperación.

Conchi, 35 años a su lado

Los médicos le dijeron que tenía un coágulo en la cabeza, “en un sitio muy malo” y que no se podía sacar. De hecho todavía lo tiene, asegura. “A mi mujer le decían que cualquier día que se despertase me encontraría frío, nada más, mi camino era el cementerio”, relata.

En una entrevista en La Hora de la 1, Manel asegura que los médicos no le daban ninguna esperanza a su mujer. “Le decían que asumiera que estaba muerto en vida”, afirma, pero Conchi no arrojó la toalla. Y 35 años después, sin esperarlo, se produjo el milagro.

El paciente volvió a abrir los ojos el 15 de octubre de 2014, y su primera impresión fue que el accidente lo había tenido el día anterior. Su estado de coma se había comido literalmente las tres décadas y media que había pasado dormido en su casa de La Coruña. “Creía que estaba en el hospital en Irak, en ningún momento fui consciente de que estaba en España”.

Cuando se vio por primera vez en el espejo

A su lado estaba Conchi, que creía que era su novia pero resulta que ya era su esposa: “La reconocí con solo verle la cara, pero no me encajaba que tenía muchas canas en el pelo”, explica. Al principio no podía preguntarle nada porque no sabía hablar. Fue después de una larga rehabilitación, cuando pudo volver a pronunciar palabras.

Montaje con fotos del personaje
Manel Monteagudo ha escrito varios libros tras su experiencia | La Noticia Digital

Uno de los momentos más impactante fue cuando se vio por primera vez en el espejo: lo recuerda como uno de los mayor impactos que ha sufrido. “Mi mujer me compró un espejo en un ‘Todo a 100’ porque estaba convencida que un día despertaría. Cuando me lo puso delante yo le decía que ese no era yo, que yo tenía 22 años”. 

Ahora Manel tiene 65 años y ha decidido contar su asombrosa experiencia. Habla, por ejemplo, del salto en el tiempo: “La sociedad, la tecnología, la medicina, la comunicación, las personas que conocía, todo ha cambiado”. Poco después de despertar pudo asistir al momento emocionante del nacimiento de su nieta, cuando ni siquiera sabía que sus hijas se habían hecho mayores.  

No vivió la muerte de su padre

Manel afirma que lo único que lamenta es la muerte de su padre: “Cuando desperté ya había muerto, eso fue muy impactante para mí, me dio mucha tristeza”. Por el resto, asegura que “no lamento nada en absoluto, porque no recuerdo nada”. Este gallego ha dado a conocer su historia en varios medios de comunicación.

Manel pasó por un duro proceso de rehabilitación, y ahora ya disfruta al máximo de su tiempo junto a su familia. La vida le ha dado una segunda oportunidad, y la aprovecha practicando sus aficiones: leer, jugar con su perro, pasear todos los días. Lo que más choca a este hombre llegado de 1979 son las videollamadas: “Es ciencia ficción”.

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