La grave situación existente por culpa de la pandemia en Mallorca ha provocado que el Gobierno balear haya decidido establecer nuevas restricciones en la comunidad mediterránea. Por tanto, los centros comerciales con una superficie superior a 700 metros cuadrados, estarán obligados a cerrar 15 días a partir de la semana que viene, salvo los locales dedicados a servicios esenciales, como son los supermercados. A su vez, también se verán afectados por el cierre los bares, restaurantes y gimnasios, ya que el horario de cierre para el comercio seguirá siendo a las 20.00 horas.
Salvo sorpresa, estas medidas entrarían en vigor el próximo martes 12 de enero, tras ser aprobadas por el Consell de Govern en la reunión semanal. Esta mañana se está celebrando una reunión de la presidenta Francina Armengol y diferentes consellers con las patronales CAEB y PIMEB y a los sindicatos UGT y CC OO para darles toda la información sobre las nuevas medidas tomadas. A la finalización de la reunión, hablará la portavoz del Ejecutivo balear, Pilar Costa, para detallar la batería de medidas acordadas.
Cierre de bares, restaurantes y grandes superficies en Mallorca
El Consell de Govern ha revisado las medidas restrictivas en cada isla de la comunidad y a día de hoy se sabe que se incrementarán las restricciones en todas ellas y de forma más acusada en Ibiza, que este jueves ya aumentó al nivel 3 de alerta.
«Los casos vienen de los lugares más críticos: las aglomeraciones donde no guardamos las distancias, de zonas donde hay más relajación... Hemos tenido riesgo en bares y restaurantes, y sobre todo de dentro de las casas familiares donde es importante que sólo esté el núcleo de familia que allí vive», confesaba la presidenta de Baleares, Francina Armengol, en un acto público en Alcúdia.
El Gobierno balear no rechaza imponer el cierre perimetral
La máxima dirigente del Gobierno balear reconocía que «hay una serie de propuestas sobre la mesa que se están estudiando». Según el doctor Javier Arranz, portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, no rechaza ni el cierre perimetral de las ciudades ni el cese de forma temporal de la actividad no esencial. «Si en Palma hay colas por las rebajas ya estamos preocupados», decía. «La culpa no es del comercio o de los establecimientos, es de cómo nos comportamos al estar ahí», aseguró Arranz.
Desde el Gobierno regional consideran que no se va a establecer nada nuevo a las medidas tomadas anteriormente. «Miramos lo que ha funcionado en otros lugares como el cierre del 100 % de la hostelería, o de los gimnasios, o de los lugares que no se pueden ventilar», avisaba Arranz.
«Los encuentros sociales y familiares deben desaparecer»
«Hemos visto casos de una persona con 37 contactos, o de otra con 48, estos días ha habido brotes porque no nos han hecho caso, se han hecho reuniones de más de seis personas», reconocía el doctor Javier Arranz. La preocupación en Baleares se ha disparado desde la Nochevieja y todavía falta por conocer los efectos que conllevarán las reuniones en el día de Reyes. La incidencia acumulada de contagios por coronavirus a 14 días y por 100.000 habitantes sigue aumentando en Baleares (543). Mientras sube en Ibiza (371), decrece en Formentera (272) y parece seguir una cierta estabilidad en Menorca (197) y Mallorca (589).
Aún con todo «quedan días en que informaremos de muchos casos», decía Arranz quien, ante la fiesta de Sant Antoni, mandaba otro mensaje a la población: «Los encuentros sociales y familiares deben desaparecer. Los foguerons no deben existir si queremos parar esta dinámica que, de continuar así, significará medidas más complicadas y contundentes», sentenciaba.
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