Sigue la consternación en España por la muerte de Alicia Robledo, más conocida como ‘Malicia’ de Las Grecas. La artista murió en su casa de San Blas (Madrid) la tarde del lunes, a los 67 años. Hacía nueve días que se había sometido a una liposucción, y están investigando si la muerte podía tener relación con eso.
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Su marido, el productor musical Antonio Pérez, ha ofrecido más detalles sobre la muerte de la cantante. Alicia se encontraba en casa, y se había retirado a su habitación para dormir la siesta después de comer. A esa hora solía entretenerse viendo la televisión y hablando con sus fans en las redes sociales.
Pero el lunes algo empezó a ir mal, y su marido Antonio lo percibió desde el salón donde también estaba descansando. Todo se desencadenó muy rápido, y fue testigo de la crisis que sufrió su mujer, y que acabó con su vida poco después. “Nunca se me va a olvidar su cara de angustia pidiéndome ayuda”, explica.
Una artista querida y conocida
Alicia Robledo, conocida con el sobrenombre artístico de ‘Malicia’, cosechó una fecunda trayectoria musical en solitario y en varios grupos de música. Se le recuerda sobre todo por su vínculo con el grupo Las Grecas, al que resucitó en 2007. Hace tres años publicó su último disco, ‘P’, con el nombre ‘Malicia de Las Grecas’.
Las Grecas fue un proyecto musical nacido en 1973 de la mano de las hermanas Carmela y Tina Muñoz. Tuvieron un gran éxito como impulsoras de un nuevo género musical, el flamenco-rock, hasta su desaparición en 1979. Tina murió en 1995, y desde entonces siempre estuvo encima de la mesa la idea de refundar el grupo.
Tras varios intentos fallidos, ‘Malicia’ y otra cantante, Nani, consiguieron relanzar la marca en 2007. Durante más de diez años sacaron ocho discos e hicieron giras con un notable éxito. Luego, Alicia siguió su carrera en solitario hasta hace tres años.
Todo sucedió muy rápido
El pasado lunes, Alicia y Antonio estaban en su casa del barrio de San Blas, en Madrid. Ella se fue a la habitación después de comer, y él se quedó en el salón descansando. “De repente empecé a escuchar unos sonidos muy extraños, y me acerqué a la cama”, explica él. Su mujer estaba “desencajada, con los ojos muy abiertos, quería hablar pero no podía”.
Antonio recuerda que “tenía la boca torcida y solo emitía ruidos que eran ininteligibles”. Según cuenta, ella le pedía ayuda con los ojos y le intentaba decir que no sabía lo que estaba pasando”. Luego, todo sucedió muy deprisa.
Consciente de la gravedad de la situación, Antonio llamó a emergencias mientras trataba de mantener a su mujer con vida. “Yo le decía todo el rato que no se fuera, que no me hiciera eso”, explica ahora visiblemente emocionado. De pronto, ‘Malicia’ dejó de respirar.
Lograron reanimarla unos minutos
Antonio observó cómo su mujer perdía el pulso y sus labios se ponían morados. Entonces recordó lo aprendido en un curso de primeros auxilios, y empezó a hacerle un masaje cardíaco. Así pasó media hora, hasta que llegaron los médicos del SAMUR.
“Hice todo lo que aprendí en el curso de primeros auxilios, pero no lo conseguí”, lamenta. Los sanitarios le suministraron todo tipo de fármacos y lograron que su corazón volviera a latir durante unos minutos. Pero ‘Malicia’ estaba muy débil y acabó muriendo.
Su cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense tras certificar su defunción. Allí le han practicado la autopsia para determinar la verdadera causa de la muerte. También han tomado muestras que se han remitido a Toxicología, para averiguar si pudiera tener alguna relación con la reciente operación de cirugía estética.
Podría haber sido un ictus
Antonio avanza que “por las circunstancias podría ser un ictus”, pero no puede asegurarlo y está a la espera de los análisis forenses. “Dentro de un mes y medio o dos me dirán en el juzgado lo que ocurrió”, ha dicho. La clave es saber si la muerte se debió a complicaciones de la intervención quirúrgica.
La liposucción es una operación mediante la cual se eliminan células de grasa de la piel. Se hace mediante un tubo de acero y una máquina que extrae y absorbe la grasa. Requiere anestesia local, epidural o general, en función de cada caso.
“Lo único que sé es que ya no está y que no pude hacer nada por salvarla”, lamenta Antonio. ‘Malicia’ fue incinerada ayer por la tarde, y recibió el homenaje de sus compañeros y seres queridos. Con ello demostraron que era una artista muy querida y respetada, y Antonio tiene la seguridad de que “si lo hubiera visto le hubiera encantado”.
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