La Comunidad de Madrid anunció este lunes, 1 de febrero, algunos cambios en su estrategia de lucha contra la pandemia de coronavirus, que incluían también cambios en la normativa y las medidas implementadas.
Así, el gobierno regional aprobará a partir del viernes aumentar el número de personas que pueden sentarse a comer o beber en una terraza, que actualmente está limitado a cuatro comensales y que a partir del viernes subiría a seis personas.
Eso sí, las medidas para cumplir en los bares y restaurantes seguirán siendo las mismas, con aforos limitados y separación mínima entre las mesas. Además, una nueva norma que se aplicará en Madrid esta semana es que será obligatorio el uso de mascarilla en todo momento, incluso cuando los clientes estén sentados en la mesa, y solo se la podrán quitar en el momento justo para comer y beber.
Además de estos cambios, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso también está pensando ya en su proceso de vacunación, que se vio interrumpido hace unos días por la falta de dosis de vacunas y que está previsto que se vaya retomando conforme lleguen más viales.
La cuestión que más preocupa ahora al ejecutivo es quien recibirá las próximas dosis. En una primera fase de vacunación, según estableció el Ministerio de Sanidad, las dosis iban a ser para las personas residentes en centros sociosanitarios y el personal que les atiende; los médicos y sanitarios en primera línea; y las personas dependientes.
Esta primera fase está prevista que se termine a lo largo de este mes de febrero o principios de marzo, y para entonces empezaría una segunda fase de vacunación que se ampliaría a muchos otros colectivos, aunque todavía no se ha determinado exactamente quién recibirá la vacuna.
Los primeros rumores apuntan a que la segunda fase de la vacunación se regirá por criterios de edad, y que las personas mayores serán las siguientes en vacunarse, aunque no hay nada cerrado sobre qué edad marcará el límite. En algunas autonomías se habla de 80 años, en otras de 70 años, pero de momento no hay un criterio unificado por parte de Sanidad.
El gobierno de Díaz Ayuso quiere plantearle a Sanidad, en el próximo Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, la creación de un nuevo grupo «prioritario» que incluiría a personas «altamente expuestas al público en el día a día», y que encuadraría a profesionales como las cajeras de supermercado, los profesores, camareros, taxistas o periodistas en primera línea, todos ellos considerados, además, servicios esenciales que pudieron seguir trabajando durante el primer confinamiento de marzo.
La propuesta se pondrá sobre la mesa y será el Ministerio quien acabe decidiendo los siguientes criterios, aunque el gobierno regional de Madrid es consciente de que «lo primero es que lleguen las vacunas», recordando que en la Comunidad seguirán sin administrarse nuevas primeras dosis para poder inocular las segundas.
Isabel Díaz Ayuso modula las restricciones en la hostelería
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, aseguró ayer que «en Madrid hacemos todo lo que está en nuestras manos para mantener abierta nuestra hostelería y nuestra cultura a pesar de los pulsos políticos que nos llegan desde todas las instituciones», en referencia a las nuevas medidas que pretenden implementar a partir del viernes.
Cabe recordar que la Comunidad de Madrid es de las pocas que todavía no ha cerrado la hostelería de forma genérica, ni en la segunda ola ni en la tercera, a pesar de haber vivido picos de contagios muy altos.
Ni siquiera en las zonas básicas de salud confinadas de forma perimetral se ha cerrado la hostelería, y la mayor restricción que ha habido en este sector desde el pasado mes de mayo en la Comunidad de Madrid es el actual toque de queda, implementado a las 22:00 horas, lo que obliga a bares y restaurantes a cerrar a las 21:00 horas.
Su diferencia en la gestión se ha ganado el apoyo de gran parte de las asociaciones hosteleras de España, ya que en el resto de comunidades incluso se ha llegado a cerrar este ámbito por completo, y durante semanas.
Por esa razón, Ayuso mantiene su estrategia de limitar las restricciones lo máximo posible, no cerrar sectores económicos al completo y limitarse a imponer límites a la movilidad, aforos más reducidos y medidas generales para toda la población.