La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea de Madrid, el 22 de octubre del 2020

La condición que pone Madrid para levantar algunas restricciones en Navidad

El vicepresidente Ignacio Aguado confía en que la tendencia a la baja de la pandemia se mantenga en la Comunidad

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea de Madrid, el 22 de octubre del 2020
Madrid podría levantar algunas restricciones por Navidad | EuropaPress

La Comunidad de Madrid lleva unas semanas planteando la posibilidad de levantar algunas restricciones durante las fiestas navideñas si la región sigue manteniendo la incidencia acumulada del coronavirus a raya, como demuestran los datos epidemiológicos de las últimas semanas. 

Según los datos publicados por Sanidad el pasado viernes, la incidencia acumulada de la Comunidad de Madrid en los 14 días anteriores fue de 285,52 casos por cada 100.000 habitantes, la más baja de toda la península y solo por detrás de Canarias (79,92) y Baleares (225,41) en el global de España. 

El gobierno regional conoce la progresión del virus, y a pesar de la mejora, mantiene restricciones y cierres perimetrales en 30 Zonas Básicas de Salud que superan los 500 casos de incidencia acumulada en las últimas dos semanas, que en algunos casos se mantendrán hasta el 7 de diciembre como mínimo. 

Si la progresión a la baja se confirma en las cuatro semanas que quedan, el ejecutivo madrileño quiere levantar el pie del acelerador de las medidas que se han ido tomando estas semanas. Y lo haría pensando, en primer lugar, en la economía de muchos sectores que dependen, en gran parte, de la facturación que hacen en estas fiestas; y, en segundo lugar, para permitir que las familias puedan reunirse en mejores condiciones que hasta ahora, especialmente en unas fechas tradicionalmente muy familiares.

El vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, se ha mostrado partidario varias veces de «levantar parcialmente las restricciones» con la llegada de las Navidades. Así lo ha dicho en una entrevista para 'RNE', donde también ha asegurado que quiere unas fiestas navideñas «seguras y tranquilas» y ha defendido que se tomarán las medidas que se crean oportunas «en función de cómo evolucione la curva», es decir, que si la situación diese un vuelco en Madrid y los casos volviesen a dispararse, habría que abandonar los planes de levantar las restricciones e incluso incrementarlas en algunas zonas.

Confinamiento el Puente, pero se busca abrir por Navidad

Aguado ha recordado que, precisamente, la Comunidad se mantendrá cerrada perimetralmente todo el Puente de la Constitución, entre el 4 y el 14 de diciembre, para ayudar a controlar mejor los contagios y «blindar la tendencia descendente» que se observa desde el mes de octubre. Este cierre es «una buena noticia» para los ciudadanos, según Aguado, porque ayuda a que la gente no se confíe. «No vamos tan bien como nos gustaría. Queremos que la curva siga bajando», ha matizado.

El vicepresidente madrileño confía en que el cierre de la Comunidad para el puente sea la «última gran medida» que el ejecutivo tenga que tomar antes de las Navidades y que ayude a confirmar la tendencia. En ese sentido, Aguado avisa que esto no significa que durante las Navidades «valga todo», sino que «después de un trabajo bien hecho» puedan levantarse algunas restricciones para ayudar tanto a las familias como a los negocios madrileños. 

Sobre un posible confinamiento perimetral en la Comunidad entre el 24 y el 31 de diciembre, cuando se producen la mayoría de reuniones sociales por estas fechas, Aguado no ha confirmado todavía cuál es el plan oficial, aunque la voluntad del Gobierno es que la región esté abierta. Aun así, avisa que la decisión final se tomará en función de lo que digan los expertos, que a su vez estudiarán los datos epidemiológicos para decidir cuál es el mejor escenario. 

Aguado ha querido recalcar que el gobierno de la Comunidad «es un gobierno liberal» y que, si está tomando las medidas de restricción, aunque no les guste, es porque no les queda «más remedio porque el virus sigue ahí».