Margarita del Val, experta viróloga del CSIC, en una imagen de archivo

Margarita del Val señala los 2 problemas que tiene España para frenar la pandemia

Margarita del Val pide calma tras el anuncio de la llegada de las vacunas porque cree que queda un largo recorrido hasta llegar al final

Margarita del Val, experta viróloga del CSIC, en una imagen de archivo
Margarita del Val cree que las Navidades serán clave para el futuro de la pandemia en España | Archivo

La científica Margarita del Val, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se ha convertido con el tiempo en una de las voces más respetadas a la hora de analizar todo lo relacionado con el coronavirus. Sus pronósticos se han hecho famosos por su veracidad, y en su última intervención habla de los problemas que existen para frenar los contagios en España.

En sus últimas declaraciones, la viróloga española ha señalado los dos problemas que tiene España para controlar la pandemia, dos características que hacen que en nuestro país sea más difícil frenar los contagios que en el resto de lugares.

En España, dice Margarita del Val, el problema es que «cuando nos ponen medidas temprano no las aceptamos como ciudadanos, y esas medidas son las únicas que no van a dañar ni a la economía ni a la sociedad». Del Val recuerda que en China, Taiwán, Corea del Sur o Japón «se reaccionó inmediatamente y sus economías están creciendo». 

El segundo problema de España para controlar la pandemia es que «tenemos unos derechos individuales por encima de los colectivos», un rasgo que comparte con el resto de los países de Europa. Según esta experta, «en España no se puede obligar a vacunar porque el bien común no está por encima del individual, al revés que las sociedades orientales». 

Sobre la obligatoriedad de la vacunación y su desafío ético, Margarita del Val asegura que «si está muriendo gente por no vacunarse, lo que no sería ético es no vacunar». Sin embargo, cree que en España «hay mucha confianza» en las vacunas y no será necesario imponerlas.

Por otro lado, la doctora en Bioquímica asegura que el único enemigo que hay en la pandemia es el virus, más allá de las creencias políticas o intenciones económicas que puedan tener los gobernantes. En ese sentido, ha subrayado que para vencer al coronavirus «tenemos que estar todos juntos y, además, actuar temprano».

Qué pasará tras la llegada de las vacunas

Tras los últimos anuncios de la llegada de las vacunas y a solo un mes de las Navidades, la científica española lanza una advertencia: «Tenemos que prepararnos, queda un recorrido, es una maratón. Yo creo que no va a ser solo 2020, van a ser los años de la pandemia».

Con ello, Del Val ha querido poner algo de calma ante la euforia desatada por las noticias en torno a la llegada de las vacunas. En su opinión, el coronavirus seguirá mucho tiempo entre nosotros, aunque también asegura que puede acabar siendo como un virus benigno catarral, o algo más grave, como la gripe. 

Pero según dice, «no es para toda la vida» e insiste en la necesidad de mantener la prudencia y hacer entre todos un esfuerzo. Por eso ha lanzado una petición a todos los españoles: compromiso ante las fechas que van a venir ahora.

«Que todo lo malo de esta vida sea que no vamos a poder celebrar la comida en Navidad, es un mal menor», ha asegurado la viróloga en una entrevista a «S Moda». Del Val cree que las fiestas de Navidad serán clave para el control de la pandemia en nuestro país, y advierte que a pesar de la llegada inminente de las vacunas aún queda un largo recorrido por delante.

Concretamente, Margarita del Val explica que «si en junio teníamos un 5% de la población española que ya había superado el virus, nos quedaba el 95%. Si a lo mejor ahora nos queda el 80% de la población española que todavía no ha superado el virus, esto nos permite, más o menos, calcular el tiempo que queda por delante. Años, desde luego, no meses». 

En cuanto a las vacunas, Margarita del Val ha defendido su necesidad ante la incertidumbre de muchas personas sobre su seguridad y eficacia. No descarta que pueda haber efectos secundarios a largo plazo, pero aun así defiende que hay que ponérsela: «Si me preguntas si va a tener una complicación dentro de 20 años, no lo vamos a poder saber ahora, pero te la cambio por proteger a los 100.000 muertos que hay cada mes».